El subsecretario de la Juventud, Peter Robledo, se burló de un incidente
registrado en dos fotos: posó besando el
hocico de un ciervo que se resistió a las patadas. Quizá el animal temió terminar como un saco similar al
que lucía el funcionario. El episodio no tiene relevancia, salvo en el contexto de un gobierno que hace todo lo
posible para profundizar la desigualdad. Mientras una parte de la población
se sumerge en un pantano de miserias, los integrantes del Gran Equipo se enorgullecen de una Revolución de la Alegría que no está destinada a todos. Y hasta
el propio empresidente Macri justifica sin pudor las tropelías de sus
secuaces y premia a los uniformados que reparten balas entre los que se
resisten al saqueo. El pueblo argentino debería
imitar al ciervo si quiere salir del oscuro túnel en el que los personeros
del Cambio nos han metido.
Alguno pensará que estas líneas
tienen un sabor destituyente. Felicitaciones
a un paladar tan refinado. Lástima que el olfato no acompañe a ese
distraído individuo. Si aún no percibe
el hedor del futuro, debería que preguntarse para qué tiene la nariz. Hasta
Macri lo anuncia a los cuatro vientos: en una entrevista con un medio rosarino,
el Ingeniero admitió que su objetivo
es que “la diferencia entre los que más
tienen y los que menos tienen sea cada
vez mayor”. Fallido o confesión. Su
subconsciente desigualador y angurriento que aflora en sus estudiadas
improvisaciones, sus yerros geográficos y la protección cómplice a sus
funcionarios, deberían despertar a los
hipnotizados. ¿Qué otras evidencias hacen falta para comprender que los Amarillos no tienen las mejores
intenciones?
Exigir la renuncia no es un gesto
anti democrático, sino todo lo contrario.
Ellos conquistaron las urnas con promesas
que no pensaban cumplir, disfrazados de ángeles salvadores y blandiendo una honestidad que no tienen.
La estafa electoral está a la vista y su
continuidad nos conduce a un abismo que ya hemos experimentado. Quien aún
crea en la Pobreza Cero, que se cuide de
los vendedores de buzones. Quien aún deposite sus esperanzas en este modelo,
que se vaya desesperanzando. Quien aún tenga confianza en el camino emprendido,
tendrá que prestar atención a las
señales que Ellos mismos emiten.
El caso Aranguren es revelador, aunque se suma al de todos los funcionarios
que mantienen sus ahorros fuera del país. Los que se indignaron con la
bóveda de cartón prensado en un programa dominguero no pueden permanecer impávidos ante las cuentas off shore que ya ni
intentan explicar.
Impostores
todoterreno
Que un funcionario confiese que no confía en el país que conduce Macri es casi
una renuncia. En el mundo real, el empresidente debería enojarse ante
una declaración así. Sin embargo, Macrilandia
da para todo. No sólo lo felicitó por su cínica sinceridad, sino que lo pintó como un héroe que se sacrificó para arreglar el “mayor despelote
que dejaron los kirchneristas”. Con
un término mundano alimenta los prejuicios de los odiadores. Si el
entrevistador le hubiera pedido una explicación más profunda, se habría empantanado en sus balbuceos.
Con el sobrentendido alcanza para el público cautivo. El incremento de las
tarifas de los servicios públicos y la eliminación de los subsidios no buscan
solucionar ningún despelote, sino colmar la angurria de los empresarios
a los que Macri representa. El sacrificado no es Aranguren, sino los usuarios que ven como gran parte
de sus ingresos van a parar a las arcas de los que no invierten nada.
Que se entienda: el ajuste brutal
que estamos padeciendo no es para
beneficiar a la mayoría, sino para enriquecer a una minoría; para
garantizar las ganancias de los especuladores y abaratar la fuga incontenible
con una divisa inferior a los 21 pesos, el Banco Central destinó 2041 millones
de dólares, cifra equivalente a 20 años
de fútbol gratis y miles de jardines de infantes. Total, eso se transforma
en deuda que pagamos entre todos. El
gobierno decide eliminar subsidios a los que menos tienen para subsidiar la acumulación de los que tienen
de sobra.
Pero Macri no está solo en esta
bestial transferencia de riquezas. Protegida por la prensa dominante, la
gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal anticipa lo que hará si conquista el recambio presidencial. Su
disfraz de hada bondadosa se destruye
con cada una de sus decisiones, como el cierre de escuelas rurales y del
Delta o la cancelación de Ferrobaires. El ahorro es su obsesión y por eso desfinancia la educación pública hasta
provocar que la Cruz Roja esté a punto
de abandonar un país por primera vez en su larga historia. El ahorro para
los demás, porque ella no se priva del
helicóptero que la traslada hasta al supermercado. Aunque los trolls de
Marcos Peña Braun la presentan como una
heroína angelical, es tan despiadada como los demás. Una muestra de ello es
que el diario El País de España considera a Vidal como la Margaret Tatcher de
Sudamérica -una comparación que no
debería enorgullecer a ningún argentino- por el violento destrato que destina
a los docentes bonaerenses.
Mientras pregonan sobre la
educación de calidad –que demuestran no haber tenido- desmantelan el programa Conectar Igualdad y recortan el presupuesto
universitario; mientras tartamudean sobre la importancia del desarrollo,
convierten al Conicet, el INTA y el INTI en
organismos científicos en vías de extinción; mientras aseguran que quieren
incluir, desmantelan programas de
inclusión, como Ellas Hacen, que capacita a mujeres en la construcción y
que ya hicieron realidad 150 viviendas en Melchor Romero.
Tanto denostar el relato
kirchnerista y ellos vomitan un cuento
de terror, cínico, hipócrita y falaz. La columna que el Gerente de La
Rosada SA publicó en el diario La Gaceta de Tucumán es un claro ejemplo de ello. “Abrir
la canilla y que salga agua limpia, tener
un techo seguro y un plato de comida en la mesa, aprender a leer y
escribir, ir a la escuela con ganas, contar con un trabajo de calidad, mirar al futuro con esperanza, tener
sueños y proyectos –alega Macri- Todas
estas no sólo son deudas impostergables que desde hace años nuestro país tenía
con los argentinos más vulnerables, son
también un compromiso que asumí de manera personal”. Los que se
emocionan y esperanzan con estas sandeces, deberían
preguntarse qué ha hecho el Gran Equipo para dar los primeros pasos para eso.
Nada: sólo engrosar las cuentas de sus familiares y amigotes con la excusa de un derrame que no se
producirá nunca.
Si Ellos no confían en su plan de
gobierno, ¿cómo vamos confiar los que
hasta ahora nos vemos cada vez más perjudicados? Si queremos el país que
promete Macri, deberíamos imitar al
ciervo porque con mandatarios como él jamás
lograremos nada bueno.
sabio el ciervo! mensajero nos envía la naturaleza para advertirnos, a hacerle caso entonces! gracias Gustavo-comparto y abrazos
ResponderBorrarEs posible que pequemos de desconfiados con el excelentísimo "crack de la confianza", sabiendo como sabemos de sus rodillas flojas, inhábiles para jugar al fútbol o con Antonia pero sí fantásticas pa`la genuflexión (no precisamente al Vaticano, claro). A mi gusto, el tipo es un crack, pero de la Impostura, el gato por liebre químicamente puro... un fenómeno que ni Darwin le podría explicar, sin ruborizarse.
ResponderBorrarLo interesante son los niveles de adhesión que dicen (y pareciera que al menos en éso no mienten demasiado) tiene, un Sindrome de Estocolmo tan masivo como inenetendible, por éso, ya no me caliento más y leo, resignadamente por cierto, sus interminables enumeraciones de penurias y desdichas virreinales, nacimos pa´sufrir, Gustavo, nada de creernos con derechos al aire acondicionado o a pensar cosas de populistas y faunas parecidas. Éso, lo leo, pero permítame disfrutar de lo disponible, esta alegría de porquería.... si un enano cavernícola como feinmann puede, ¿por qué yo no?, si encima cobro menos...
Y usted cita a Tucumán, ay, tierra querida, cuna de la Independencia, ¿sabe qué me regaló el 2001? ese año feliz... tuve que dejar de recibir lagaceta, sana costumbre como el tabaquismo, hay que reconocer que al principio se extraña, la malaria hace que sea un suspiro y después, todo un alivio, ....y ahora por usted me entero que entre sus plumas está el mismísimo virrey.... una maravilla!, claro, pero como soy malpensado habitual, me pregunto, será que lo que se extraña ahora sea el 2001? - la gente es mala, nomás, capaz que pa'que no vuelva el kirchnerismo quieren que vuelva el despelote que lo originó, aunque usted no lo crea, ahí lo entiendo más al popular jeyjey arancurren..... ahí sí, entiendo su desconfianza, si para empezar lo conoce desde chiquito al virrey. Ya sabe, desconfianza cultivada de pichones, es pa'siempre. Y entre garcas, lógica pura.
Pero bueno, hoy que es san Malvinas, debiéramos ser más ecuánimes y saludar al virrey, que si no es "sir" de la rubia y pérfida albión, merece serlo. Éso, exigamos justicia.
Ellos, más sinceros no pueden ser... Los que los sostienen, más sordos no pueden ser. ¿Será que muchos se han vuelto idiotas, como la impresentable ola musical que suena en todos lados?... Puedo entender que se hayan tragado los sapos de Clarín y TN pero... ¿Esta es la respuesta que los que los pusieron allí esperaban?... No te entiendo "Votante De Cambiemos"... ¿Todavía te tragas lo de la "Pesada Herencia"?... Entiendo que tu negro paladar impoluto se asquee ante la "Impresentable Corrupción K" pero... ¿Esta fue tu meditada y pristina respuesta?... No, querido "Votante de Cambiemos", le erraste fiero...
ResponderBorrarMuy bueno lo suyo, Profe...