Con un inusitado apresuramiento,
el Jefe de Gobierno porteño quiere ordenar las fichas para las presidenciales
de 2015. Como cree ser dueño del tablero,
pretende que todos se posicionen detrás de él y por eso planteó unas internas
con el Gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, para resolver quién sería
el candidato. De más está decir que le
cerraron la puerta en las narices: para participar de una interna hay que
pertenecer al mismo partido. Entonces, dolido por tamaño desplante, Macri
deslizó una frase que tal vez se
convierta en el mejor chiste del año: "estoy
tranquilo, vamos a tener una gran propuesta. La experiencia de vida en la
empresa, en Boca, en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires me ha permitido
entender la compleja realidad y el mundo". Como individualista absoluto, la contemplación de su ombligo es el foco
de toda sabiduría. Nada de estudio, lecturas ni otra cosa que se le
parezca: sólo su experiencia es fuente
de todo saber. No hace falta decirlo porque se nota demasiado. De tan sabio
que es, el diálogo que siempre exige es consigo mismo, porque no necesita a
nadie más para intercambiar ideas o porque no abundan. ¿O será que eso que
llama diálogo no es otra cosa más que la posibilidad de dictar órdenes? Y entonces, el consenso que tanto invoca,
más que la construcción de acuerdos, es la obediencia a sus caprichos. En
este año electoral, encontrará en el subte una herramienta para disputar poder
con el Gobierno Nacional y no una ocasión para demostrar al país su inexistente
capacidad de gestión. Dicho esto sólo
para la memoria del futuro, nada más.
Con la mirada puesta en la
recuperación del terreno perdido, el Poder Fáctico sueña con que el Líder
Amarillo se convierta en su mejor exponente. El turbulento escenario diseñado por los crispados K retornará a la calma cuando el Ingeniero acomode la
banda presidencial sobre su pecho. Ya no habrá intolerancia, autoritarismo,
persecuciones postales ni tributarias. Todo será diálogo y consenso –órdenes y
obediencia- y las familias se juntarán en armonía a deglutir el asado del
domingo sin sacudones verbales ni enojos. Ya no habrá nada para discutir.
Tampoco para disfrutar. Porque la Gran
Propuesta que masculla Macri desde hace mucho tiempo es el retorno al modelo
del que estamos saliendo, pero recargado: una siniestra combinación de un
Estado represor con el latrocinio perverso de los sectores concentrados de la
economía. Y un viva la pepa
financiero que nos hundirá otra vez en el más pestilente fango.
Para que el Experimento Macri se convierta en realidad es necesario sembrar la
semilla del descontento. Por eso, después de un año de culebrones, el gobierno
capitalino decide hacerse cargo del subte. Aunque a regañadientes. Y con el claro mensaje de que nada será
mejor a partir de ahora. Si la tarifa aumenta no será por insensibilidad
social o indiferencia de gestión, sino
porque el Gobierno Nacional no subsidia
el servicio. Esquizofrenia o intenciones malsanas. De las dos y mucho más.
En el imaginario PRO, el único Estado es el que encabeza La Presidenta. Los demás –provinciales y municipales- son
parásitos angurrientos que sólo administran sin modificar nada. Entonces
queda más claro por qué la culpa de todo la tiene CFK. La estrategia del establishment para posicionar a Macri –o al engendro
que sea- será generar un clima de ingobernabilidad, aunque tengan que apelar a
los más perniciosos recursos.
Una semana atrás, los canales
televisivos del Monopolio difundieron como nuevo un hecho que había ocurrido en
2007 en la localidad bonaerense de Lanús. Cuando
se descubrió la falacia, emitieron tibios mensajes de disculpa. Un “error involuntario”, dijeron.
Aclaración: todo error es involuntario, sino estamos hablando de otra cosa. De eso mismo que ocurrió: allí hubo
voluntad de mentira. Salvo que exista algún procedimiento para convertir a
un productor en autómata y ordenarle telepáticamente que busque algún
escalofriante archivo para presentarlo reciclado a nuevo; y que ninguno de los
locutores y periodistas advierta la maniobra, también automatizados. O son todos cómplices de tanta
manipulación. Porque todo error,
además de involuntario, es azaroso. La confusión con un archivo puede
afectar a cualquiera, no a alguien específico.
El intendente de Lanús, el kirchnerista –dato imprescindible-
Darío Díaz Pérez, denunció una campaña mediática en su contra, con
fines políticos y policiales. “El hecho
ocurrió –explicó- pero hace cinco años. Ahora lo fueron a
buscar al archivo y lo usaron de nuevo. Venían envalentonados pegándole a Lanús
e intentaron esta maniobra para hundir al intendente. Uno no puede pensar que
haya sido una torpeza. La cabeza que conduce la línea editorial era consciente
y fue a buscar la nota para pasarla de nuevo”. Para ese periodismo
independiente, no importó el dolor que podría provocar en la familia del
empresario asesinado y encontrado en el baúl de un auto a pocos metros de una
comisaría, volver a ver esas dramáticas escenas. “El objetivo es trabajar sobre el humor de la gente, hacer daño y
mostrar que a un intendente kirchnerista le va mal, por eso agreden
permanentemente, de forma direccionada”, explicó Díaz Pérez. Otro
dato imprescindible es el porqué. Uno ya está dicho: es kirchnerista y, por
tanto, consustanciado con el Gobierno Nacional. El otro, es que apenas asumir,
el Intendente de Lanús permitió la apertura del mercado de la TV por cable, rompiendo así la posición dominante de
Cablevisión. Suficiente motivo para
una cruenta venganza.
Además
de los conflictos que Macri diseñará con el subte y de convertir hechos
delictivos en inseguridad descontrolada, los agoreros quitaron las telarañas de
otra táctica para generar malos humores: el dólar. Como las plañideras demandas para liberar la adquisición de divisas no
tuvo el eco masivo que esperaban, ahora intentan desestabilizar nuestra
economía doméstica forzando una devaluación de la moneda. Impulsado por la
demanda turística y la compulsión aún no desterrada, el dólar marginal superó
los 7,50 pesos y eso inspiró
especuladores deseos mimetizados con disparatados vaticinios apocalípticos.
Para el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, “una brecha entre el marginal y el oficial de esta magnitud muestra
falta de pulso en el manejo del mercado cambiario y sus implicancias
económicas. Si se toman medidas a tiempo, se puede evitar la devaluación. Pero
el gobierno va a seguir con esta política de ignorar el dólar marginal”. Y
está bien que así sea. El dólar blue,
además de ser marginal, es ilegal y, aunque quieran demostrar lo contrario,
sólo mueve una porción ínfima de dinero y de origen no siempre genuino. La
nueva adquisición del FAP, Alfonso Prat Gay, sostiene que “desde que el Gobierno decidió entrar
en problemas con el control de cambios, todo fue para mal. No solamente
aumentó la desconfianza y se amplió la brecha cambiaria, sino que el propio
cepo cambiario le puso un frío enorme a una parte de la economía”. Claro, vale aclarar que sólo afecta a los
especuladores y evasores, una minoría que cada vez tiene menos margen para
maniobrar. Mientras el dólar blue se enrojece, el dólar oficial se mantuvo
imperturbable en algo menos de cinco pesos.
Siempre
es necesario insistir con esta idea: lo
que más molesta al Poder Fáctico es la supremacía del Estado. No de
cualquiera, sino de aquél que impulse el desarrollo con inclusión. Este será el eje de toda discusión por
venir. Como muestra de esto, en su participación en la Cumbre por el futuro
de la energía, CFK presentó una forma diferente
de pensar la Ecología. “La
mejor manera de preservar el medio ambiente es que todos tengamos derechos y
podamos acceder a servicios universales; no solamente de energía, sino también
de salud, educación y vivienda”. Los conflictos del planeta se originan en la inequidad y no en un designio
divino, sino por la angurria de una minoría insaciable. El freno
a todo esto surgirá de una política entendida como el compromiso con los
pueblos y no como complicidad con los
destructores. Un proyecto que no surge de la contemplación de ningún
ombligo, sino de una mirada colectiva dirigida hacia un horizonte donde todos
estemos incluidos. Sólo así será posible
cualquier idea de armonía. Y también de paz, por supuesto.
Solo para agregar algo...que el dólar BLUE esté TAN ALTO es congruente con plan del gobierno que impulsó el famoso "cepo al dólar" como lo llama el multimedios; y es que a la gente común (que cuando juntaba 2 mangos los cambiaba por el vil billete verde), le sea cada vez más dificil acceder y confiar en una moneda extranjera que durante tantos años nos metieron en la cabeza que es en la que debíamos confiar/ahorrar ... y por consiguiente, cada vez más la gente se incline a NUESTRA MONEDA para todo tipo de transacciones... Esto no es solo patriotismo (que está muy bien) sino evitar que a traves de corridas cambiarias nos manejen desde afuera y adentro los angurrientos de siempre.
ResponderBorrarsaludos y muy buen post, Fernando
Gracias por tu comentario. El dólar se ha transformado en un ariete peligroso. Pero son pocos los que se relacionan cotidianamente con él. No será difícil desterrarlo.
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