La
desesperación de no comprender
Con un poco de desesperación, los opositores tratan de armar algo que se parezca a una propuesta,
para simular que todavía forman parte de la vida política del país. Pero sólo
algunos les creen. Las alianzas tipo cóctel no convencen a nadie –ni a los que
las hacen- y están lejos de conformar
una alternativa de gobernabilidad al Proyecto k. Sin embargo, intentan
mostrarse optimistas, aunque no les salga bien la actuación. También
desesperados, algunos medios convocan a expertos
para dar un soporte intelectual a la nada que proponen. El diario –es un
decir- La Capital del 31 de marzo publicó una entrevista al sociólogo,
politólogo y doctor en Filosofía Marcos Novaro, portador de currículum con
pocos aciertos, que explotó al máximo la
posibilidad de destilar inconsistencias. Pero por el mismo precio, el decano de la prensa argentina también
difundió los sabios y esclarecedores conceptos
del ex corredor de fórmula 1, Carlos Reutemann, que, como siempre, demuestra no decir nada en cada cosa que
dice. Como una especie de Scioli, pero santafesino y más siniestro. Otro
desesperado fue el productor entrerriano que, por las dudas, baleó a los
inspectores de la AFIP. Y más desesperado deberá estar el fiscal que lo dejó en
libertad.
Quien está como siempre –un walking dead perfumado- es el Jefe de Gobierno porteño que, a pesar
de sus desaciertos, siempre sale sonriente.
Si es que eso es una sonrisa y no una dentadura predadora. Porque eso es lo
que parece hacer en el distrito que eligió como coto de caza. Siempre dispuesto
a poner lo público al servicio de sus
amigotes, recompuso el asfalto de las principales avenidas de Recoleta y
las convirtió en una insegura pista automovilística para ofrecer a los porteños
un espectáculo gratuito con entradas de 500 a 2500 pesos. Total, ninguna crítica
recibirá del ex Gran Diario Argentino
porque es el dueño del negocio. Tanta impunidad ostenta este peligroso
espécimen que se da el lujo de
incrementar impuestos y servicios a cifras siderales a cambio de seguir
destruyendo y endeudando la Capital de todos los argentinos. Los peajes
sufrieron incrementos cercanos al 1300 por ciento, el ABL al 1000 por ciento,
taxis entre 194 y 252, estacionamiento entre 83 y 213 y el boleto de subte, un
127 y aspira a un 218 por ciento. Ningún
número avala semejantes incrementos, ni los de las consultoras privadas que,
en sus más extremos estudios, declaran
una inflación de 160 puntos desde el inicio de su primer mandato cinco años
atrás. Si bien esto es un tema que afecta a los habitantes de esa ciudad, resulta saludable tener en cuenta el modelo que propone el ex empresario,
sobre todo porque esta fuerza no-política tiene candidatos en distintos puntos
del país, que deben compartir los mismos principios que este personaje. Y peor
aún, Macri promete acrecentar su coto de caza a todo el país con su tantas veces cacareada candidatura
presidencial en 2015. Dicho esto como advertencia con serios tonos de
amenaza.
El que pasó de la amenaza a la acción fue el
productor agropecuario que, en Villa Elisa, baleó el vehículo en el que se
desplazaban inspectores de la AFIP. Según los peritajes, 23 balazos se escaparon accidentalmente de la escopeta
de este ejemplar ciudadano que sólo quería proteger a sus amigos de la avidez
de los recaudadores. “Los trabajadores
salvaron su vida de milagro –explica el comunicado del organismo- gracias a que las balas, que traspasaron la
chapa del vehículo, impactaron en los maletines que contenían voluminosa
papelería de trabajo”. De acuerdo a las imágenes de las cámaras de
seguridad, la Toyota Hilux que atacó a los agentes de la AFIP pertenece a
Sebastián Fagúndez, un importante empresario de la zona.
En la camioneta encontraron vestigios de pólvora y una pistola Taurus con puntero láser, calibre 9,
cargadores, con un proyectil en recámara y 21 cartuchos. En la propiedad del
agresor, la policía entrerriana encontró cuatro
armas de alto poder de fuego listas para disparar. “Llamativamente, y a pesar de
las contundentes pruebas del ataque, el fiscal de turno, Juan Sebastián Blanc,
dejó en libertad al agresor, considerando que no había elementos suficientes
para ordenar su detención”, expresa el comunicado de la entidad que preside Ricardo Echegaray. Para
Blanc, efectuar 23 disparos contra un auto en movimiento con personas en su
interior no se encuadra en la figura de intento de homicidio. Además de
la prisión del empresario, sería un buen final para esta escabrosa historia la
destitución de tan original fiscal.
Un buen final que no se quiere dar Reutemann, que
no se contenta con el prestigio que
puede aportar el silencio. Sobre todo
cuando lo que expulsa su boca es una ensalada indigerible de generalidades.
En una entrevista concedida a canal 3 de Rosario y reproducida en La Capital, mostró
su inexistente sapiencia con el afán
de centralizar la atención en su figura, ya deteriorada en muchos sentidos. “En la política es clave mantener las
convicciones, las ideas con las que uno fue formado. Siempre que uno mantenga
sus principios y su formación –explicó, haciendo gala del
más bestial sinsentido- las personas saben claramente si se están haciendo las cosas como tienen que
ser y saben cuándo van por zurda”. Una peligrosa mezcla de determinismo
con segregación ideológica, por el confuso significado del término ‘zurda’.
Tan confuso como el politólogo
Marcos Novaro, quien aseguró que “la figura de la
presidenta está en caída, no sólo
en términos de encuestas sino en la capacidad de generar con discursos hechos
políticos". Y para profundizar el desconcierto, Novaro denunció
que “no hay ningún tipo de
discusión moral o de principios para tejer las alianzas: lo hacen porque lo
tienen que hacer”, pero que esto es “fruto del
modo en que se construyó el poder político desde el Estado. El kirchnerismo disolvió los partidos, incluso el
propio, y no tuvo interés en darle alguna estructura partidaria porque asumió
que eso condicionaba su poder”.
Entonces, para este analista, que la oposición no encuentre el rumbo en su obligación de proponer a
los ciudadanos una alternativa política es culpa de Cristina. Pero no
porque gobierne bien sino todo lo contrario. “La
economía argentina no crece y el gobierno debe mostrarse capaz de modificar esa
tendencia –trata de justificar- Pero no hay ninguna señal que indique que está en condiciones de hacer
eso. Al actual pesimismo social no
lo va a revertir con un discurso de reconciliación”. “Cuando un gobierno malo empieza a corregirse tarde, es el peor momento,
porque ya se empieza a desarmar su perfil”, concluye en su sesuda –y por
qué no, alucinada- lectura de la realidad.
Si tanto este experto
como los exponentes de la oposición no saben qué decir es porque no están preparados para pensar en
el bien del país. O porque se informan mal. Y por eso hacen lo que hacen.
Dan vueltas y vueltas y construyen alianzas con los que antes repudiaban. Pero
lo más importante es que no los une un proyecto, una propuesta o al menos una
idea de lo que hacer, en caso de acceder a una victoria. Nada de eso: se unen para rascar algún poroto del fondo
de la olla; para no quedar tan afuera de la vida; para que sus nombres no
caigan en el olvido. Siglas que se transforman, que se fusionan, que se
renuevan pero que resultan tan indescifrables
como lo que proponen. Una mala lectura de la realidad es lo que provoca
tanto alboroto. No hay descontento generalizado, en primer lugar, sino todo lo
contrario. Pero lo que más los sumerge
en el fracaso es la incomprensión ante un proyecto de país que entusiasma a
todo un colectivo. Mientras sigan encerrados entre los muros informativos
que construyen los medios dominantes, la nada surgirá de ellos y nada recibirán
en las urnas. Cuando lo entiendan, será tarde. Y entonces, seguirán gruñendo
desde los rincones donde se cobijan.
Muy bueno el análisis. En lo personal, considero que la oposición está lejos de conformar una alternativa política al no apostar a alianzas y programas que impliquen objetivos de mediano y largo plazo; a diferencia del fútbol, no se remueven los técnicos pero los jugadores van de un lado a otro permanentemente, dando lugar a una verdadera “política de notables”. Más allá de este retroceso notable del sistema político, se puede permitir reflexionar que la verdadera oposición de este gobierno puede llegar a estar dada en desgastes desde la sociedad civil mediante maniobras habituales e inesperadas (fue lento e inesperado nuestro aprendizaje sobre paros patronales, fuga de capitales, etc.) y un sector político del Frente para la Victoria que habría cumplido exitosamente sus aspiraciones de reciclaje. Cultura política y distribución de la riqueza siguen siendo cuestiones pendientes a profundizar, y para ello se necesitará ampliar la base social y un necesario trasvasamiento ideológico en la dirigencia.
ResponderBorrarLa única posibilidad de que aparezca algo mínimamente decente de esa cosa llamada oposición, es que sea OTRA oposición.
ResponderBorrarLo que se ve, lo que se padece, es una impostura, una truchez, un desfile de caras y caretas detrás de un libreto ajeno, que ni siquiera pueden recitar bien. Y no es que tengan pudor o escrúpulos, no, ni siquiera eso. Simple y llana incapacidad.
Hay méritos en el kirchnerismo por los que vale acompañarlo, pero también hay falencias y dificultades que deberían marcarse, resolverse - justo el tipo de cosas para las que hace falta una oposición, la que no hay ni habrá en tanto el desfile sea el de las más que hartantes caras y caretas, pornografía pura y encima los protagonistas son feos - fuleros más bien - salen vestidos (y así la desnudez es sólo virtual, moral). Impostura, bochorno y degradación, una preciosura, no?