Ahora que las aguas comienzan a calmarse, algunos
tiburones insisten con agitarlas. Los sindicalistas opositores, contagiados por el clima destituyente,
salieron a apoyar las revueltas y aportar
su granito de arena con exigencias inadmisibles, como bonos navideños de más de
4000 pesos. Pura maldad, extremo egoísmo y exacerbado cinismo. Otros,
escudados en una torpeza senil, aparecen
con críticas insustanciales, pero cargadas de intenciones malsanas. Hasta
unos hinchas de Boca aprovecharon un festejo inventado para practicar el
vandalismo. Tanto que cuestionaron al oficialismo por la conmemoración del
martes, nadie dijo nada de esta
convocatoria realizada sólo para favorecer el caos. En medio de tanta
violencia inadmisible, el Gobierno Nacional tomó las riendas de la agenda y las
autoridades provinciales barajan propuestas numéricas para acallar a sus
tropas. Mientras todo esto pasa, del otro lado del charco, los primos orientales buscan relajarse con el humo del cannabis.
A pesar del enojo de la ONU, Uruguay se
convirtió en el primer país del mundo en legalizar la producción y venta de
marihuana con control estatal. La nueva
ley sancionada en el Congreso permite el auto cultivo hasta 480 gramos anuales
y la compra en farmacias hasta 40 mensuales. El tiempo dirá si esta
novedosa iniciativa logra disminuir el daño que provoca el narcotráfico. Lo
seguro es que los ojos de todo el planeta están posados en esta experiencia que busca solucionar un problema por un camino
distinto. Enrique Rubio, del oficialista Frente Amplio, planteó que algunos
dicen que están “haciendo un experimento
social como si estuviéramos tomando a los jóvenes uruguayos como conejillos de
Indias, pero acá lo que hay es una
política pública que puede tener éxito o no, eso lo evaluaremos después”. Martín
Collazo, portavoz de la organización Regulación Responsable, consideró que “existe un derecho al consumo responsable
que no perjudique a terceros” y que eso “implica
un esfuerzo de información y educación para conocer los riesgos asociados al
consumo de ciertas sustancias”. Ahora sólo resta ver qué dirán los opositores
vernáculos sobre este tema, ellos que
siempre toman como ejemplo a Uruguay para elaborar sus dicterios al Gobierno de
CFK.
Porque hay algo que ya está más que claro:
algunos no son opositores, sino conspiradores. Y saben que les costará
muchísimo acceder a la presidencia compitiendo con algún heredero del
kirchnerismo si nuestro país sigue avanzando como lo está haciendo. Por eso apelan a las tácticas más
mugrientas para emporcar la escena y hacer que todo fracase. No les importa
el país ni sus habitantes: sólo quieren
recuperar el control para entregárselo con moño a los personeros del Poder
Fáctico. No se preocupan por los muertos ni los destrozos; tampoco por las
angustias vividas por muchos ciudadanos; menos aún por los prejuicios
transformados en acción violenta para frenar a los peones del Gran Ajedrecista.
Nada les importa más que volver a
gobernar el país al ritmo de su avaricia, aunque todos nos sumerjamos en la
peor de las miserias.
Lejos de cualquier distracción, el Gobierno
Nacional ha tomado la decisión de buscar a los responsables máximos de este
entramado perverso. Ya desde el lunes está en funcionamiento la comisión creada
por la Procuraduría General de la Nación para
investigar a fondo los hechos delictivos que se sucedieron desde principios de
diciembre. En el marco de la Ley de Defensa de la Democracia, los fiscales
que integran la comisión buscarán toda la información disponible para dejar al
descubierto a los creadores de esta siniestra sinfonía. “Se debe caer con todo el rigor de la ley no sólo con los autores materiales, sino también con los intelectuales”,
advirtió el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Deconstruyendo el libreto
Con su
personaje de opinador senil, el
diputado Hermes Binner también aporta lo suyo. Distraído, desinformado,
inconsistente, pero siempre dispuesto a
mordisquear un poquito para consolidar su camino hacia la presidencia.
Aunque su intelecto no le permite actuar como organizador de estos intentos
destituyentes, su torpeza busca ser
funcional a esos intereses. “Siempre
va detrás del problema”, expulsó como crítica al Gobierno Nacional en
referencia a los reclamos de los policías provinciales y los saqueos. Como buen
cacerolero, opina sin saber y, claro está, en contra, pues calificó como “lamentable” el discurso de CFK en el
Museo del Bicentenario. ¿Qué tiene de
lamentable señalar las coincidencias entre el ideario de Yrigoyen, Perón,
Alfonsín y Kirchner? Lo lamentable es que ni siquiera lo debe haber escuchado
y lo demostró con sus declaraciones ante los cronistas parlamentarios. “La Presidenta no sólo debe denunciar que
los saqueos fueron organizados por distintos sectores políticos –explicó sin
rubor- sino que tiene el poder de mandar
a la Justicia los elementos para que investigue el caso”. Precisamente todo lo que este individuo
incalificable exige es lo que CFK ha hecho.
Pero no es
el único que actúa para convertir diciembre en un infierno y no sólo por el
calor que estamos padeciendo. Los Moyano están pergeñando un paro general para
reclamar un incumplible bono navideño de 4500 pesos, aunque eso dificulte el abastecimiento de la mesa de los argentinos.
Precisamente es lo que buscan: echar nafta al fuego para incrementar el
malhumor. Como lo han hecho algunos hinchas de Boca en el extraño festejo por
el “día internacional del hincha”,
de lo que tendrán que dar cuenta los dirigentes de ese club. Si bien no se
puede responsabilizar a la institución por la idiotez de unos cuantos
desubicados, sacar a la calle una
multitud para gritar y saltar sin motivo ni conducción es una enorme
irresponsabilidad en medio del tenso clima que estamos atravesando.
Y la gestión
de la CABA agrega lo suyo con el descontento de muchos padres que no pueden
inscribir a sus hijos en las escuelas con el ineficaz método on line sacado de
la galera. El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich admitió en una
entrevista radial que “esto es de alguna
manera un costo que entendíamos que
estaba en el sistema, pero que creemos que valía la pena enfrentarlo”. Provocar
angustia y desconcierto era el objetivo y lo lograron. Detrás de esta ineptitud
institucionalizada, se oculta el fin de boicotear la educación pública para
favorecer a la privada. Una foto más
para interrumpir el camino del Líder Amarillo hacia la presidencia en 2015.
Pero todas
estas bombas de estiércol no interfieren en el tránsito hacia un país mejor. Por el contrario, lo alientan. Ya
sabemos que los saqueos no pueden pensarse como resultado de la inequidad,
aunque sugieren profundizar la redistribución para que forme parte del pasado.
Para la CEPAL, Argentina es el país que
más ha reducido la cantidad de pobres e indigentes en la región y su
crecimiento la ubica entre los primeros. Lo otro, lo de la rebelión policial,
invita a pensar un nuevo diseño para la seguridad distrital. Tal vez, como lo
sugiere el miembro de la Corte, Raúl
Zaffaroni, debería quedar bajo la órbita de los municipios y no de las
provincias, para volverlas más controlables. Finalmente, la única manera de desarticular las conspiraciones es castigando a los
conspiradores. Muertos, heridos, daños materiales, miedo y dolor no deben
quedar en el olvido. El accionar destructivo de los que escribieron este guión
ha mostrado una vez más su eficacia. Pero la fuerza y la alegría de un pueblo
movilizado en defensa de la democracia y la
potencia de un proyecto para transformar lo que haga falta son herramientas
más que suficientes para reducirlo.
Con la precisión que te caracteriza, abarcaste todos los tópicos. Pero la idea de llamar conspiración : a la oposición o sectores de poder que se encuentran fuera de la competencia 2015, (más ahora que presumen ser los autores intelectuales de tanta tragedia), denota una capacidad de síntesis asombrosa: Aunque parezca una obviedad, pocos lograron la fuerza de esta síntesis que hoy nos has traído. Un abrazo.
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