Con una mano en el corazón, el discurso de
apertura de este año no ha sido el mejor, pero
no deja de ser brillante. Ante cualquier comparación, La Presidenta saca
varios cuerpos de ventaja. Salvo con Hugo Chávez, cuya capacidad oratoria es
insuperable. Por eso se lo extraña. Y no sólo por eso lo seguiremos extrañando.
La palabra del venezolano es una guía
luminosa para la búsqueda de la liberación de todos los pueblos posibles.
De ahí la importancia de seguir escuchándolo, de revisar sus discursos, de
seguir asimilando su sabiduría y absorbiendo su potencia. Y dejarse conquistar
por la pasión, algo que muchos no entienden. Ya volveremos a Chávez en los
próximos días, porque su huella no debe acotarse a homenajes circunstanciales. Como con Kirchner, su impronta debe
orientarnos siempre y no sólo en los aniversarios. Cristina y Maduro no
dejan de señalarlo, no por oportunismo sino con la convicción de que es el mejor
sendero para construir una patria con equidad y soberanía.
Esto es un peligro para los exponentes del Poder
Fáctico y sus voceros, tanto mediáticos como políticos. Por eso insisten con los calificativos que expresan más
desprecio que juicio: autoritarios, demagógicos, populistas, dictadores,
fascistas. O las comparaciones zoológicas como pingüino, yegua, mono. Todo es válido para defender el modelo que
nos llevó a la ruina. Todo sirve para desgastar cualquier intento de construir
un país que responda a las necesidades y deseos de la mayoría y no a las
angurrias de la minoría. Porque eso sí
es autoritario, cuando gobiernan los que no son votados ni lo serán nunca.
Sin dudas, con sus perversas y reiteradas tretas
logran convencer a los que se niegan a abandonar sus prejuicios y, cada tanto, algunos de sus infantiles conceptos
atraviesan nuestras barreras y nos invaden. Desde hace un tiempo, llaman ‘relato’ a los argumentos esgrimidos para
convalidar los logros y a toda enumeración de los avances que se han producido
en estos años. El relato pensado como mentira, como pura fábula. Desde
cualquier teoría literaria, el relato es
una ficción, pero no necesariamente
es ficticio. Esto quiere decir que puede basarse en hechos reales o en la
más nutrida imaginación del escritor. En
definitiva, un relato no es per sé una mentira.
Sin embargo, se produce el contagio. Tanto caer
la gota sobre la piedra que alguna marca deja. Por eso CFK, sobre el final de
su discurso del sábado, después de brindar datos y conclusiones, remató: “esto no es un relato. Es la verdad de lo
que vivimos y construimos en estos diez años”. Una nueva palabra para recuperar en esta batalla cultural, para hacerla
propia y darle su verdadero sentido. Si nos dejan sin relato, corremos el riesgo de perderlo todo. Porque el relato es la
síntesis, el nuevo orden, el justificativo, la recopilación, el pasado, la
explicación… Todo esto es posible gracias al relato. Sin relato nuestra vida sería sólo presente. Y eso es lo que
quieren los agoreros, que nuestra vida sea un hoy permanente, como en los noventa, un día a día errático, sin origen ni brújula, para despojarnos de todo
lo que da sentido a la vida: el otro, la historia, el futuro, la patria,
los valores, el honor. Si nos roban el relato, nos volverán a dejar desnudos
con el fango hasta el cuello.
Las fábulas de los poderosos
Aunque les duela
admitirlo, ellos también tienen un relato que incluye el desánimo, la
desconfianza, el menosprecio, la despolitización, el egoísmo, la indiferencia
como consejos hacia la población. El relato de la ineficacia del Estado
para administrar los servicios públicos permitió el latrocinio que todavía
estamos padeciendo. También propone la libertad absoluta de los más poderosos
para saquear nuestros recursos, colmar sus arcones de divisas y enterrarlos en
alguna isla paradisíaca. Y además promete que el modelo del derrame permitirá
que todos gocemos de las riquezas que el país produce. Ese sí es un relato
basado en mentiras, cargado de hipocresía y condimentado con el más siniestro
cinismo. Y sus promesas, el paraíso que alucinan, no es más que la
zanahoria que conduce al burro hacia el abismo que ya hemos conocido.
Mientras el relato de
ellos habla de fracasos, el relato kirchnerista incluye triunfos, como
los resultados de la estatización del 51 por ciento de las acciones de YPF. En
el período 2013-2014, la producción de petróleo creció un 9,8 por ciento y la
del gas, un 9,2. “El país, gracias a la
gestión estatal –señaló el ministro de Economía, Axel Kicillof– dejó de importar gas natural licuado por
un monto de 1200 millones de dólares, ya que eso fue compensado con producción
local de la compañía”. El relato carroñero sigue denunciando que seguimos
importando gas, pero no dice que importamos menos que cuando la empresa estaba
en las garras de Repsol.
El relato que no dejan
de propagar los obsecuentes del establishment incluye la inflación como un
problema acuciante y creciente, desbocado y amenazador. Y por supuesto, la
culpa de todo aumento lo tiene La Presidenta y su séquito que hace todo mal a
propósito para molestar a los buenos vecinos. Claro, como el 14 por
ciento del precio se destina a publicidad, nada dicen contra los que adornan
con cifras inadmisibles los productos de las góndolas. Los empresarios deben
obtener tasas de ganancias superiores al 100 por ciento y mucho más porque
el Gobierno Nacional sólo promete incertidumbre y desconfianza. Un relato que
pone a los empresarios saqueadores de toda la cadena de producción y
comercialización como tiernas ovejitas víctimas del acoso del feroz y
hambriento lobo. El relato basado en hechos es que las ovejitas son los
consumidores que sólo pueden frenar al lobo si dejan las billeteras en las
cajas a cambio de algunas bolsitas con la compra de unos días.
Y respecto a este
tema, ya estarán preparando nuevos relatos a partir del pedido de CFK a los
legisladores para que "defiendan
de una vez a los usuarios y consumidores frente al abuso de los sectores
concentrados". El senador Aníbal Fernández y el diputado Héctor Recalde presentaron
unos días atrás una serie de proyectos de ley para brindar al Estado
herramientas más eficaces para controlar la avidez empresarial. El
establishment no se hizo rogar para manifestar su preocupación. "No se
pude ser tan duro con los industriales como se fue en los últimos tiempos con
el tema de los precios", explicó Héctor Méndez, presidente de la UIA.
Y el titular de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega, reconoció
que las empresas “tienen bajo la lupa a
los dos proyectos de ley del oficialismo, a los que considero como un embate
del gobierno contra las empresas privadas”. Sin dudas, si esto es
lo que les molesta, hay que ir en ese sentido porque están abusando de manera
monstruosa.
En estos relatos hegemónicos siempre está presente la victimización de
los poderosos y cuando un gobierno decide aplicar alguna regulación,
instalan el tema de los embates, la crispación, la violencia. En estos relatos
no es violento cobrar 50 por lo que apenas vale 15, como tampoco lo es evadir,
especular, fugar divisas, amenazar y explotar trabajadores. Para ellos, sólo
es violencia la respuesta de los más indefensos. Después de todo esto, un
merecido recuerdo a Julio Cortázar que escribió una frase que puede servir como
sintético cierre: “es muy importante
comprender quién pone en práctica la violencia: si los que provocan la
miseria o los que luchan contra ella”.
http://maximilianofernandezgrau.blogspot.com.ar/ Nota sobre Hugo Chávez, el hombre del siglo.
ResponderBorrarGracias por la invitación. Abrazo enorme
BorrarExcelente,me encantó y comparto en un 99% !! Jajaja En el 1% que disiento es en la "Comparación de la Oratoria de Cristina y Chavez"... Al Comandante lo hizo y hace ver Imponente en su Discurso su "Fuerza Viril",haciendo Enorme La Expresión de Sus Ideas !! Ella,la Jefa , expresa Firmemente sus Convicciones, hilando de manera Encantadora (atrapante), en su Discurso su Inteligencia, su Claridad ,Contundencia y su infaltable Ironía con una Seductora Fortaleza Femenina que no deja de ser tan Apasionada,Sanguínea,Aguerrida,etc. como la de nuestro queridísimo Hugo Chavez !!!
ResponderBorrarEspero no lo tomes como un Comentario Feminista ehh...(?) Jaja No lo soy... Eso creo...
Ya estoy recomendando este Maravilloso Artículo Gustavo !!
No. Nunca pienso las cosas en términos de géneros. Reconozco la diferencia entre los dos estilos pero hay una diferencia. Tanto Chávez como Néstor no pueden mejorar en su oratoria ni en su accionar porque se han eternizado. Cristina en cambio -y aunque cueste creerlo- todavía puede ser mejor. Igual, toda comparación es un juego de lenguaje porque lo importante es la transformación de nuestro continente y en eso también entra Correa, Morales, Los Castro y todos los que se comprometen con la liberación.
Borrarexcelente, añoro en su escrito, la ausencia en mi país de mas personas que escriban su relato así, de manera mesurada y patriótica, hay demasiados violentos comprometidos. saludos
ResponderBorrarQuerido Gustavo: Excelente. Te dejo una colaboración de un tw de Luis Delia
ResponderBorraren el cual hace un claro y sencillo comparativo de la modificación del Código penal (ayuda.) http://www.lanoticia1.com/sites/default/files/cuadro_comparativo_de_penas.xlsx …