lunes, 24 de marzo de 2014

Una memoria que no es sólo pasado


En un día así, imposible evitar las lágrimas. Las que sean. Por dolor, por nostalgia, por emoción. De alegría, ¿por qué no? La felicidad de un día como éste, un nuevo Día de la Memoria, en libertad, en democracia, en colectivo. Nuestra sonrisa es la mejor arma para desarmar a esos personajes oscuros que intentaron someternos. Y que todavía lo intentan, vale advertir. Todos en la calle celebrando este día sin luto, sino con colores, saltos, bailes, cantos es lo único que los puede desalentar. No es un velorio de 38 años, sino una fiesta para siempre. No nos deben quitar esto, aunque las historias detrás de esta fecha sean dramas demoledores. Detrás de la muerte que ellos intentaron sembrar, ahora hay más vida que nunca. Si en la tapa de La Nación no aparece nada sobre esta fecha, mejor, así sabemos a quiénes debemos dejar en el camino. Y si Clarín plantea los actos como una disputa entre oposición y Gobierno, será porque insisten en desunirnos. La memoria de un pueblo no es la imposición de unos pocos sino una construcción entre todos. Los que no saben nada de esto, esta vez sí deberán quedar afuera, porque han hecho mucho daño en el pasado. El futuro no puede estar amenazado por esos carroñeros empecinados en apropiarse de lo que es nuestro.
Por si alguno está confundido, no celebramos el Golpe como una reivindicación de ese quiebre institucional ni sus consecuencias. Esta fecha es la reafirmación de lo que estamos viviendo. Algunos pueden recitar un rosario de quejas infundadas para denostar este camino, como el famoso cartelito de la Juventud Radical. O reciclarán viejos métodos de desestabilización, como el incremento desaforado de los precios o el ocultamiento de la mercadería. O apelarán a viejas fórmulas para reforzar sus simulacros de lucha, como las inadmisibles amenazas de Roberto Baradel. Otros, guiados por la corrección política, apelarán a frases convenientes para salir del paso, hablarán de la guerra y de los dos demonios, que algo así no se debe repetir pero hay que mirar hacia adelante sin revanchismos. En fin, todas las sandeces inspiradas por la hipocresía o por el miedo. Discursos de ocasión para engañar a los incautos.
La historia no es un adorno de los programas de estudio sino que debe convertirse en la sangre que corre por nuestras venas. Nuestro presente exige el pasado para que el futuro tenga sentido. Sentido como significado, pero también como dirección, para que no fracasemos otra vez por culpa del extravío. Si este Día de la Memoria se celebra como una Fiesta, es porque se ha convertido en la brújula de nuestros pasos 
El desafío de gobernar el futuro
A pesar de todo lo que se ha batallado para la construcción de la memoria colectiva, sólo 6 de cada 10 argentinos consideran que el golpe de estado de 1976 era injustificable. Deberían ser más, por supuesto. Algo ha fallado o algo ha tenido éxito. Y más preocupante, todavía. Un 54 por ciento acuerda con la frase “la peor democracia es mejor que una dictadura”. El estudio de CEOP, dirigido por Roberto Bacman, revela que el esfuerzo realizado para transmitir nuestra historia reciente no ha dado los resultados esperados. ¿O será quizá que tanta prédica agorera ha logrado horadar la comprensión histórica? ¿O que sea más importante el desprecio al kirchnerismo que el repudio a la dictadura cívico-militar?
También puede ser que a ese porcentual de argentinos no les parezca tan importante la distinción entre dictadura o democracia mientras puedan vivir en paz. Quizá consideran las angustias que hemos padecido como un castigo divino o una inclemencia climática y no como el resultado de un plan para apoderarse de nuestras riquezas. Entre los documentos hallados en el Edificio Cóndor en noviembre pasado, hay elementos que permiten reconstruir el proceso de elaboración de dos leyes esenciales para el modelo económico que pensaban aplicar. La Ley de Inversiones Extranjeras y la de Entidades Financieras permitieron la concentración y extranjerización económica que todavía estamos padeciendo. Este hallazgo es la prueba de que empresarios y banqueros no han sido sólo colaboradores o beneficiarios de la dictadura, sino sus mentores.  
Contra ésos que afirman que se debe dejar atrás el pasado, muchos de esos instigadores todavía siguen disfrutando de sus fortunas conquistadas a costa de tanto dolor. Mientras sigan en libertad, el Día de la Memoria se convierte en una lucha por el presente, no por el pasado. Mientras conserven todo su capital mal habido, tendremos condicionado nuestro futuro, porque parte de lo que ellos ostentan en sus arcas es la deuda que todavía estamos pagando.  
Esto es lo que muchos argentinos todavía no comprenden: que la disyunción no es democracia o dictadura ni pasado o presente. El desafío de estos tiempos es consolidar una democracia donde las corporaciones no tengan espacio. Porque son los grandes grupos económicos los que impiden la gobernabilidad en gran parte de los países del planeta. Esos personajes que nadan en sus riquezas son los que mueven las piezas de un mundo convulsionado, con sus guerras y golpes que no buscan la paz sino una garantía para incrementar sus ganancias.
Nadie los vota, pero son ellos los que gobiernan. Y los que siempre triunfan. O triunfaban, porque ya los hemos descubierto. Con estas marchas y festejos los nombramos, los aborrecemos, los acusamos. Esos que se escudaban en las sombras, detrás de las botas, hoy diseñan un universo a su medida desde los medios de comunicación, un sentido común cerrado donde algunos se sienten cómodos. Un sentido común que puede triunfar otra vez si dejamos de insistir con la construcción colectiva de la memoria histórica. Y ya sabemos que cuando ellos triunfan, los demás nos hundimos. Esta vez no será así. Porque ahora sí sabemos quiénes son, lo que quieren y cuáles son sus estrategias. Por eso vivimos la memoria como la mejor de las fiestas.

2 comentarios:

  1. Es verdad Gustavo,estuvieron las críticas,para variar,sobre la convocatoria a la Plaza,para celebrar el Día Nacional de la Memoria. Rescato esta frase de tu artículo "Nuestro presente exige el pasado para que el futuro tenga sentido",q explica de manera concisa;pero clarísimo ,el por qué de la Importancia de la MEMORIA!
    Un placer leerte,como siempre !!

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