martes, 3 de marzo de 2015

La plaza de los corazones



Los rostros que estaban el domingo en la Plaza parecían expresar una nostalgia futura: sin dudas, extrañarán a Cristina. O CFK, La Presidenta, La Estadista. Todas esas mujeres –reunidas en una sola- serán añoradas por esos corazones. Por ésos y muchos más que la miraban por la tele o la escuchaban por radio. No sólo extrañada, sino recordada hasta que se convierta en monumento. No es para menos, si han sido los mejores de los últimos treinta años. Quien intente negar esto, se equivocará con énfasis, salvo que sea un menor de quince años criado en una familia amnésica o un carroñero que ahora no puede especular, evadir o fugar divisas sin que lo señalen, aunque siempre permanezca impune. Pocas veces un pueblo se identifica tanto con su líder. En estas tierras, hacía mucho que no pasaba. El silencio que reinaba en la multitud ante cada una de sus palabras es una garantía de aprendizaje, de compromiso con el futuro y de defensa de lo conquistado.
Pero para entender todo esto hay que estar de este lado de la grieta. Brecha insuperable que existe desde hace mucho y sólo cada tanto se pone en evidencia. Cuando nadie habla de la grieta es porque están ganando los de aquel lado. Entonces, no hay divisiones, crispación ni autoritarismo; no hay agresiones ni confrontación; la vida es un colorido jardín donde abunda el diálogo y el consenso, aunque más de la mitad de la población no tenga ni para el pan. En cambio, cuando los que menos tienen comienzan a disfrutar de algunos bienes del sistema, los que más tienen comienzan a agitar esos fantasmas para apartarnos del camino hacia la equidad. Ya descubrimos el juego y no nos pueden engañar otra vez.
Aunque parezcan muchos –por obra y gracia de los medios hegemónicos- no son tantos los que continúan aferrados a esa perversa lógica del pasado. Y seguirán aferrados, porque el prejuicio es más fuerte que cualquier argumento, razón o dato. Esos pocos siempre estarán como comparsa de los que se creen dueños del país porque, ilusos, creen que con Ellos estarán mejor. Identificados con los que alguna vez destinarán una patada hacia sus traseros cuando dejen de ser funcionales a sus intereses; desterrados de aquella tierra de sueños que creyeron compartir con los patrones. No hace falta ser un adivino para conocer ese triste final; no hace falta magia, sólo memoria. Claro, este esquema apolillado y maligno encuentra voceros en los eternos candidatos a la derrota. La lista es extensa, pero la intención, la misma: confundir el presente para retornar al pasado.
Lugares comunes de los extraviados de siempre
Ni bien terminó el discurso de La Presidenta en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, salieron los espadachines del establishment a recitar sus parlamentos. El ex vicepresidente Julio Cobos consideró que fue una alocución sin autocrítica, sin reflexiones, generando grietas en la sociedad y sin mensajes de conciliación”. Justo él habla de autocrítica, que jamás ha pedido disculpas por haber traicionado la voluntad popular con su voto no-positivo y contribuir así a una grave crisis institucional. Él habla de reflexión, después de confesar que esa decisión la había consultado con su hija, entonces casi una niña. Él habla de la generación de grietas, después de dar la espalda al pueblo que lo había votado para aliarse sin rubor con los estancieros golpistas. Él habla de conciliación, después de haberse convertido en un vice opositor obediente a los dictados del Poder Fáctico.
Pero el diputado mendocino continuó con sus disparates para seguir inspirando este Apunte: “tenía esperanzas de que fuera un mensaje de unidad con los argentinos, con los poderes del Estado y con la dirigencia política”. ¿Qué unidad puede haber con los que no respetan leyes ni instituciones para quedarse con todo? ¿O con algunos integrantes de los otros poderes del Estado, como los jueces que favorecen con sus fallos a las grandes corporaciones? ¿O con los diputados y senadores de la oposición, que se niegan a debatir en el Congreso para protagonizar parodias en los estudios televisivos? ¿Qué mensaje de unidad merecen aquellos dirigentes que se montaron a la denuncia de Nisman y cabalgaron sobre su cadáver para descabezar a Cristina? ¿Qué mensaje de unidad puede haber con todos aquellos que revolearon las denuncias de encubrimiento y asesinato?
El diputado por el PRO, Federico Pinedo, en cambio, apeló a las excusas del perfecto manipulado. “Muchas de las cosas que se dijeron no coinciden con la realidad –expresó el cacerolero con banca- se trató, una vez más, del ensalzamiento de un relato en el que la gente ya no cree”. ¿Por dónde entró Pinedo al Congreso, por la cañería del desagüe? ¿Acaso no vio esa multitud en la Plaza, feliz, esperanzada y enamorada de este proyecto que nos sacó del pestilente fango? La gente que no cree en el Relato K son esos individuos malhumorados que pedían la renuncia de Cristina, enarbolando los restos del fiscal como bandera, alienados por los titulares de los medios destituyentes. Si con esos paragüeros es imposible construir nada, porque son ciclotímicos que piensan que la queja constante es pensamiento crítico. Tanto el diputado como Mauricio Macri y todos los que conforman ese club de amigos distinguidos con formato de partido no-político asumen esa postura criticona: ellos son la “gente”; los demás, militantes choripaneros.
Después, Pinedo consideró que “La Presidenta habla de desendeudamiento pero los números no dejan de ascender”. Un poco hipócrita que un exponente del PRO hable del crecimiento de la deuda cuando, en el principado de Macri se cuadruplicó para hacer y deshacer estaciones de Metrobús y adaptar los túneles al tamaño de los treintañeros coches de subte comprados a precio de 0KM. En esos temas, debería guardar silencio, no por censura, sino para evitar una sobredosis de cinismo.
Por último, Patricia Bullrich y esa foto que la muestra como barrabrava en la tribuna, como un baboso alentando a una desnudista mientras sus prendas caen, como incitando al tío que se cree cantante en una fiesta familiar. Como cualquier cosa menos una diputada en su banca del Congreso. La imaginación de los usuarios de las redes sociales pobló el misterio con desopilantes variables. Pero no, gritó algo más risible: respeto por Nisman. Después de haber utilizado al fiscal como ariete contra el Gobierno, de presionarlo para que se exponga al ridículo con su incoherente denuncia y de sacudir su nombre y poner palabras en su boca después de su muerte, ¿viene a exigir respeto? ¿Acaso ha demostrado respeto hacia CFK con las acusaciones que ha vomitado desde mediados de enero? Impresentable, tanto ella como quienes la eligen como representante.  
Otros se ofendieron porque Cristina no habló muy bien de la Justicia, sobre todo de la Corte Suprema. No es para menos, si sus miembros miran para otro lado cuando los jueces pisotean las leyes del Congreso, tienen paralizada la investigación del atentado a la embajada de Israel y encima descartan la posibilidad de juzgar a los torturadores en Malvinas. Cuando conformamos esta corte, hace muchos años, era considerada de lujo en comparación con la noventosa troupe de Nazareno. Ahora, se está convirtiendo en un ajado trasto. Una tarea pendiente para el próximo presidente: impulsar una reforma constitucional que establezca un nuevo lugar para la Justicia y desarme para siempre la monarquía tribunalicia que afecta tanto a nuestra democracia. No será cómoda la situación de los dirigentes del futuro, sobre todo aquéllos que insisten en poner su vida al servicio de las corporaciones. Para los otros, los que se comprometen con las necesidades del Pueblo, todo será mucho más fácil.

9 comentarios:

  1. CLARITA LA BOCHA!!!!!!, EXCELENTE ARTICULO!!!!!!!!!!!!!!!!!

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  2. Un articulón, de lujo! Gracias!

    Pablo López

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  3. Sintetizo en este parrafo tomado de tu articulo "El silencio que reinaba en la multitud ante cada una de sus palabras es una garantía de aprendizaje, de compromiso con el futuro y de defensa de lo conquistado." la realidad de lo que ocurria y que me genero por no decirlo feliz sorpresa , yo que siempe defendi los 70 por la preparacion politica de esa generacion veia el comportamiento de los concurrentes ante las palabras de la lider y aplaudia en coincidencia con esos dichos , llegando a la explosion cuando aparecio l a mejor cristina , no la relatora de los escritos sino la que descalifico a los estupidos que mostraban los carteles Como sempre muy buen articulo ABZO

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  4. Impecable Artículo Gustavo !!! Una "Pinturita" a la q no le falta ni un solo Color :)
    Cristina,como Buena y Única Líder,dio Cátedra hasta d Política Internacional !!! Es tan ENORMEEEE ! La OPO? Qué se puede esperar de "Burros más q patadas y rebuznos" (?)
    Después d escuchar a Cristina el Domingo, Mi ORGULLO x la Maravillosa Presidenta q tenemos,sí q alcanzó una inflación casi d 8 dígitos ...!? Jajaja "El Candidato 2015 es el PROYECTO",y tengo fe d q ganará x goleada !!!

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  5. ¿Me permite una corrección (que no lo es, más es una mirada lateral pero específica)? - Los que zafaron, gracias a esta corte, no son simplemente "torturadores", la cosa es mucho más grave.
    Hablamos de una guera, con una potencia de la OTAN y si en una guerra es importante la disciplina militar - el torturar tropa propia no es "disciplinador", además de una violación de los derechos humanos del ciudadano circunstancialmente colimba, es en términos militares efectivos, un sabotaje, un disminuir la capacidad de combate transformando a un eventual "indisciplinado" (con los pies congelados o casi) en una baja, un herido a atender y, si sigue un poco la cuerda quizás un inválido a futuro.
    No hay reglamento militar - ni sentido común - que pueda justificar comportamientos así, mucho menos descartar lo ejemplificador de las sanciones que deban aplicarse - Un oficial, o suboficial que tortura a la tropa a su cargo, con el enemigo al frente, es un saboteador, un TRAIDOR sin atenuantes. Y militares, con un mínimo de auto respeto, no pueden permitirse el gusto de compartir uniforma con tales "héroes", o sí?
    Y viendo toda la polvareda levantada por un expediente trucho firmado por Milani, ¿dejar impune tamaña porquería?, parece demasiado, no?

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    1. Coincido plenamente con este agregado. Lo que pasa es que en el texto, la resolución en el caso de Malvinas era sólo una mención para demostrar lo extraviados que están estos tipos de la Corte. Profundizar este tema, sería como pedir la renuncia de los tres miembros que desestimaron la causa. Ya les queda poca cuerda. El próximo gobierno se encargará de descartarlos. Abrazo enorme

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