Mientras la
prístina y heroica imagen del fiscal Nisman se desmorona con cada nuevo dato,
es difícil resistir la tentación de comenzar un nuevo apunte con las desventuras verbales del candidato
a gobernador de Santa Fe por el PRO, Miguel del Sel. Desventuras verbales y atrocidades ideológicas que lo convierten en
alguien in-votable en el actual contexto. Sin embargo, a pesar de todo esto
más la poca capacidad de gobernanza que evidencia, parece que lidera las
encuestas. Otro que parece mejorar sus números es Mauricio Macri, no por sus méritos sino por el blindaje
que los medios hegemónicos despliegan día a día para esconder sus desastres.
Encima, el radicalismo pisoteó las pocas
banderas que quedaban para sacrificar su historia en el altar del
neoliberalismo hecho carne. Pero el Pueblo tiene la posibilidad de
descartar a estos funestos candidatos en las urnas. En lo que no tenemos
incidencia es en la permanencia de los
personajes que más obstaculizan toda transformación: los integrantes del
Círculo Rojo y sus cómplices tribunalicios.
El hecho ya es conocido: un spot de campaña muestra
a Del Sel tan misógino como de costumbre, con ese machismo despiadado que resulta
a destiempo: los muchachos festejan con vino, asado y putas. Hermoso ejemplo para una sociedad que trata de
erradicar la violencia de género y combatir la trata de personas. Las
críticas llovieron y con mucha razón. En lugar de pedir disculpas, el humorista
que pretende imitar a un político, se enojó con los periodistas. “Hoy tenemos mucho periodismo” –protestó-
“hablan con un desparpajo, con una
libertad”. Claro, prefiere un
periodismo acólito que oculte sus travesuras
y pondere sus futuros errores. En la presentación de su candidatura,
apeló a todos sus prejuicios para conquistar seguidores. Uno de ellos fue el
lugar común contra los docentes que no “van
a dar clases” y se amparan en “reemplazos
del reemplazo”. Y para coronar su injuriosa prédica, enumeró un listado de cosas que le molestan y entre ellas, destacó
a aquellos trabajadores en “negro o
desocupados que rechazan empleos formales para seguir gozando de los planes”. No todos tienen la suerte de llenarse de
plata y escalar a una posición social importante haciendo estupideces sobre un
escenario.
Pero su jefe político –por decir algo- fue más
allá. Mauricio Macri no sólo se enredó con su lengua, sino con su conspirador
accionar. A sus habituales visitas a la
embajada norteamericana para llevar chismes y escuchar órdenes imperiales,
se le suma la extraña carta que hizo llegar a la representación de China en
nuestro país. En la misiva entregada por los diputados nacionales del PRO,
Federico Pinedo y Pablo Tonelli, el Alcalde Amarillo presenta sus críticas al
acuerdo alcanzado con Argentina como si
ya fuera presidente y advirtió su
inconstitucionalidad. El ministro de Planificación calificó como infame esta acción y recordó que Cavallo
–quien manifestó su apoyo a Macri- “en los últimos años del gobierno del doctor
Alfonsín hizo lo mismo recorriendo todos
y cada uno de los organismos multilaterales de crédito para que Argentina
fuera tratada como paria”.
¿Opositores
o traidores?
Individuos como él no quieren
el país con el que soñamos: operan para que
Argentina sea una presa fácil para los buitres a los que sirven. El modelo
que quieren restaurar es la pesadilla que ya hemos padecido en otros tiempos: ese miserable derrame que hace crecer el
vaso y sólo deja escapar insignificantes gotitas. Cuarenta años atrás
apelaron a otro golpe militar para instaurar a sangre y fuego su destructivo
ideario. El último y más cruel intento
para someternos a sus angurrias. Con tanta fuerza imprimieron su discurso
que recién ahora nos estamos despojando de esos nocivos tatuajes. Sólo quedan algunos trazos que impiden
escribir una historia nueva. Pero hay que insistir porque, lo que creíamos
perenne está comenzando a borronearse.
A lo largo de todos estos años,
convencieron a gran parte de la población sobre la eficiencia de lo privado por
sobre lo público, que hay pobres porque quieren serlo, que la política es
corrupta y que con los créditos adecuados podríamos estar en el Primer Mundo. Lemas muy difundidos que nos llevaron a la
ruina a principios de este siglo. Ahora, como sólo unos pocos se abrazan a
estos decadentes lugares comunes, el
establishment recicla su utopía neoliberal
con cáscaras vacías al estilo de “defender
la República”, “fortalecer la independencia entre los poderes”, “respetar la
libertad de expresión” y “erradicar
los odios que nos dividen”. Todo esto significa, ni más ni menos, que nuestro país se está encaminando por un
rumbo diferente al que Ellos desean. Y como eso no les gusta nada, apelan a todas las tretas para desviarnos
de esta luminosa senda.
A pesar de los numerosos enroques
y los disfraces que tratan de vestir, sus candidatos no miden como esperan. Lo que más temen –la continuidad del
proyecto K- está más cerca que nunca. El fin de ciclo que anuncian desde
hace tiempo sólo está en los titulares y
en los alucinantes editoriales de sus plumas acólitas. En las calles, la
sensación es otra. Por eso, la Justicia
impoluta –otra de sus mentiras- sale a la cancha para jugar su mejor
partido. La semana pasada, un manojo de
jueces obedientes y cómplices pusieron toda su carne en el asador de la
impunidad.
El primer beneficiado fue el
empresario Vicente Massot, dueño del diario La Nueva Provincia, a quien le regalaron una falta de mérito
en su complicidad con el terrorismo de Estado. El segundo fue Pedro Blaquier,
de Ingenio Ledesma, involucrado en el secuestro de tres dirigentes sindicales
apenas inaugurado el golpe y de 20 personas durante la Noche del Apagón unos
meses después. Y sobre el fin de semana, el juez Julián Ercolini decidió no
llamar a indagatoria a Héctor Magneto, Ernestina Herrera y Bartolomé Mitre por
la apropiación de Papel Prensa, con secuestros y torturas. Si estos jueces no
entienden que la construcción de un país
más justo no incluye a empresarios que recurren al terror para incrementar su
patrimonio o temen enfrentar a estos gerontes poderosos, que dejen lugar a
otros, más lúcidos y más valientes. Si no lo hacen por su voluntad, lo haremos nosotros dentro de unos meses y
no será de manera muy amigable. Para empezar, dentro de unos días escucharán nuestro grito, en un nuevo
aniversario del golpe de Estado del ’76. Si ellos se resisten a cerrar las
rejas detrás de estos canallas, que no
nos acusen a nosotros por el tamaño de nuestra memoria.
Nuestro poder de voto no
alcanza a jueces y empresarios, pero son
estos personajes los que malogran nuestra vida y amenazan el futuro. Por
ahora, siguen provocando para quebrarnos la paciencia. No se someten a las
urnas y sin embargo, ostentan más poder
que todos nosotros juntos. En unos meses elegiremos un nuevo presidente que
deberá ser aquél que garantice sanear
tanta podredumbre. Como dijo CFK en estos días: “piensen bien el voto: no se aceptan devoluciones”.
Realmente causa tristeza el panorama de la oposición, lo que quedó del radicalismo aliarse con la derecha reaccionaria. Pero no lograrán quebrarnos la paciencia. No nos quebrarán .
ResponderBorrarPizza con Champagne de la mano de traición a la patria.!!!
ResponderBorrarDecis bien , las pocas banderas que le quedaban por que Alvear y Balbin no son ejemplos muy nac&pop , y el saldo de mas de 100 años le da negativo en ese sentido siempre convivio la derecha en el partido , mientrs el establishment ya predice un triunfo en 1era vuelta del engendro Sanz dice que le ganara a Macri en las Paso , se avecinan dias complicados no obstante las politicas de estado de CFK disparan bajo la linea de flotacion del enemigo ( CRA) Como siempre muy interesante tu blog.
ResponderBorrarJuan.Pierantoni