Una
realidad que destruye argumentos
Esta semana que comienza estará
signada por las decisiones de la Corte Suprema de Justicia. En manos de sus Ministros arde la validación
de dos leyes cruciales: la de Servicios de Comunicación Audiovisual y la que
propone la elección democrática de los miembros del Consejo de la Magistratura.
Ninguna de la dos contradice la letra de la Constitución, aunque son resistidas
por el núcleo duro del establishment. La LSCA ha sido pisoteada durante casi
cuatro años y merece terminar triunfante
su tortuoso derrotero. Aunque la segunda no tiene tamaña experiencia, su
contenido transformador porta un potencial
similar. Las dos constituyen piezas clave en esta puja por el poder y por eso
tienen tanta importancia. El sello
favorable de los Supremos significará un triunfo del Poder Político sobre los
personeros de la destrucción.
“La Corte no
está por encima de los otros poderes –explicó el senador kirchnerista Miguel Ángel
Pichetto- y debe actuar con
responsabilidad, estableciendo las atribuciones propias que son del
Parlamento”. No sólo con responsabilidad, sino también con prudencia. Sobre los miembros de la
Corte penden algunas sospechas y ésta
puede ser la oportunidad de comenzar a eliminarlas. En el marco de la jornada
“La sociedad le habla a la Justicia”, organizada por el Ministerio de Justicia
y DDHH de la Nación en Neuquén, Pichetto destacó que “no sirven los jueces que no tienen una visión del Estado y se
equivocan gravemente cuando toman decisiones judiciales, afectando el
interés de las grandes mayorías y del Estado Nacional”.
El objetivo de este encuentro que se realizó en la
Universidad Nacional del Comahue de la capital neuquina fue el debate sobre
los alcances de la reforma judicial y tuvo como asistentes a funcionarios y
legisladores nacionales y provinciales, académicos, abogados, referentes de
organizaciones sociales, trabajadores judiciales y estudiantes universitarios.
El senador nacional Marcelo Fuentes explicó que “toda vez que se expanden derechos o se limitan privilegios, aquellos
sectores que tienen afectados sus intereses generan una batalla cultural”.
Para el legislador, estos sectores
"pretenden una democracia tutelada, una democracia siempre y cuando los
sectores populares no pongan en riesgo sus intereses”. Un simulacro de democracia,
como ha sido nuestra historia desde 1983 hasta la asunción de Néstor Kirchner.
Para el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, ésta es “la última gran batalla contra un núcleo
cerrado, elitista, que piensa en sus intereses y no en los de la gente”. Pero además, el rionegrino destacó que
el Poder Judicial “es el único poder del
Estado que no acompañó la transformación democrática de la Argentina”.
En manos de los Ministros de la Corte está la
finalización de un proceso de deslegitimación permanente hacia un gobierno
elegido por amplia mayoría. Los Supremos tienen la posibilidad de equilibrar
la balanza durante tanto tiempo inclinada hacia los poderes fácticos. Los
Jueces del Supremo Tribunal darán por tierra con todos los intentos destituyentes
de los carroñeros y pondrán en un podio virtuoso las decisiones que toma el
Pueblo a través de sus representantes. O no. Con una resolución adversa, pueden
deteriorar el futuro del país con el que la mayoría sueña. Dar la razón a
los nostálgicos del peor pasado los ubicaría en una vereda cada vez más yerma,
más oscura, más vacía.
Una vereda ocupada por individuos que, sin razones y
sin límites, rechazan en serio un país para todos. Como los enredados de la
Mesa de Enlace, que después de gruñir y amenazar sólo lograron tres días de
cese de comercialización. “El negocio
de la Mesa de Enlace es generar malestar en la sociedad”, sintetizó el
ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Norberto Yauhar, respecto a la
protesta de los estancieros. Y, sin necesidad de ser muy suspicaz, los
argumentos que expelen no son más que excusas sin sustento. Lo único que
buscan es reeditar una copia deslucida, reducida, casi paródica del clima
destituyente de 2008, cuando recibió el insólito y multitudinario apoyo de individuos
desinformados que se identificaron con la manipuladora consigna “todos somos el campo”. Esos dirigentes, que hoy están a
distancias siderales de cualquier base social, intentan dibujar una situación
límite de despojo que está muy lejos de resultar creíble. Al borde del
ridículo, lloran como bebés para denunciar pérdidas inexistentes. Sin más
eco que las tapas de algunos diarios, exhiben números diminutos y mentirosos
para conmover a los que ya no creen en ellos.
Como siempre, se muestran casi en la ruina y fabulan
sobre cosechas exiguas. Sin embargo, Yauhar aseguró que este año aportará
una producción total de 102 millones de toneladas y un récord en la
producción de maíz. Con respecto al stock ganadero, el ministro reconoció
que “en 2008 hubo una pérdida importante
del stock ganadero, de 7 millones de cabezas”, pero “ahora estamos en 52 millones de cabezas, más un millón que están en la
Patagonia. Casi recuperamos el stock perdido”. Además, el precio del
kilo vivo es superior al de 2008 y gracias a la redistribución del ingreso
se consumen casi 63 kilos por persona al año. En lugar de contribuir a la
recuperación del país con sus ganancias extraordinarias, exigen la eliminación
de las retenciones. Sus protestas infundadas y caprichosas tienen más que ver con
ambiciones incontrolables y proyectos político-partidarios individuales. Por
eso siempre están en pie de guerra, aunque ya nadie les presta demasiada
atención.
Lo que importa es alterar el ambiente. Y, en lo
posible, acrecentar la desconfianza, ya sea con el asesinato de una
adolescente o con un accidente ferroviario. No importa que los autores del
crimen de Ángeles se sitúen en el círculo íntimo ni que el choque de trenes
parezca más una acción intencionada que una falla mecánica. Como no encuentran motivos
reales para elaborar críticas fundadas a la Administración K, la galera
mediática puede brindar abundantes excusas para alimentar prejuicios.
Mientras tanto, otro escenario se vislumbra detrás
del velo ficcional de la agenda informativa. Y eso los desespera. La Patria
Grande en su conjunto se reconstruye de la mano de los nuevos vientos que soplan
en algunos de sus países. Por primera vez en su historia, desde 2011, los
integrantes de la clase media de Latinoamérica superan numéricamente a
las que se encuentran por debajo del umbral de la pobreza, de acuerdo a un
informe difundido por el Banco Mundial. Esta situación es producto no sólo
de un mayor desarrollo, sino de una mejor distribución del ingreso. Según
el organismo multinacional, los países que liderarán el crecimiento durante
este año serán Argentina, con 3,1 por ciento y Brasil con 2,9 por ciento. Pero,
de acuerdo a datos recientes de economistas no K, la economía criolla ha
crecido casi un 5 por ciento durante el primer semestre, a pesar de que en
los estudios televisivos se la pasan dibujando un futuro desalentador y
negativo. ¡Cuántos problemas tendrán los exponentes de la oposición para
sobrellevar la campaña electoral en curso! Pobres, sobre que no tienen
demasiadas ideas para presentar a la sociedad, ahora tampoco tendrán
excusas.
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