¿Vacas
sagradas o pavos reales?
Algunos consideran que las
reacciones respecto del tan mentado fallo de la CSJ ubican al oficialismo y sus
aliados al borde de la sedición. Embarrados
en la oposición patológica, confunden
disconformidad con desacato. Más aún cuando en su dictamen, los Supremos no
logran justificar la inconstitucionalidad que sentencian. Simplemente, expresan
su rechazo, pero no fundamentan ninguna
contradicción con la letra de la Carta Magna. Un sabor amargo deja este
episodio porque da la razón a los apologistas del statu quo. Y más amargo
todavía por la imposibilidad de apelar tan caprichosa decisión. La institución
que debe velar por el equilibrio del sistema, amañó el fiel de la balanza para inmovilizar la inclinación de los
platillos. Contra todo lo que afirman, abandonaron el disfraz independiente
y se zambulleron en las torrentosas aguas de la oposición. Provocativos,
tensaron la escena política en medio de un proceso electoral. Pacatos, se perdieron la ocasión de
protagonizar el camino hacia un nuevo sistema judicial. Conspiradores, se
suman a operaciones mediáticas para desgastar al Gobierno Nacional. Ingenuos,
creen que todo terminó, cuando en
realidad, esta Historia recién comienza.
Aunque no lo tuvieron en
cuenta, con la negativa dejaron una puerta abierta. Con la ostentación de ese
poder absoluto, señalaron los próximos pasos. En cierta forma, nos dejaron con las ganas de transformar el único
poder intocado desde el retorno a la democracia. Por más que los voceros
del establishment hablen de hordas K
que pretenden atropellar al Poder Judicial, muchos entienden lo que está en
juego. Y los que no, es porque no
quieren. O no les conviene. “Democracia o corporación judicial” significa
mucho más que un lema. Este adversativo se convierte en condición necesaria
para abandonar definitivamente el pasado
que tanto daño nos ha hecho y que amenaza volver. “No hemos venido a quejarnos
de un fallo, eso es un episodio anecdótico –aclaró el fiscal Jorge Auat en
el acto frente al Palacio de Tribunales- Hemos
venido a sostener nuestras convicciones. Estamos
planteando un cambio de paradigma, un cambio cultural para los tiempos que
vienen”.
La
dirigente de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida valoró la figura del juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni “y a todos los jueces y fiscales que están
llevando adelante los juicios de lesa humanidad”. La presidenta de
“Justicia legítima”, la jueza María Laura Garrigós de Rébori señaló que se va
acatar el fallo, pero “como el agua nos
vamos a ir metiendo, no vamos a dejar de reflexionar”. Porque el movimiento
que nació hace unos meses que incluye jueces, fiscales, abogados e integrantes
de otras organizaciones sociales realiza reuniones periódicas en donde se
discute qué es democratizar la Justicia,
qué es una corporación y cuáles son los peligros que acarrea. “Hablamos de la práctica consuetudinaria
armada alrededor de un poder de características aristocráticas”, explica
Garrigós de Rébori. Sin escudarse detrás de nada, los miembros de Justicia
Legítima ponen los temas sobre la mesa para una discusión frontal, con la firme
decisión de delinear un nuevo sistema judicial para el país que se viene.
Pero
no todos actúan a la luz del día. El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti
denunció ante sus pares una supuesta investigación de la AFIP que, desde el
ente recaudador se esmeraron en negar. Después,
los medios agregaron lo suyo para transformar la picardía en una enorme bola de
estiércol. Ahora, algunos miembros del Máximo Tribunal encomendaron a
algunos funcionarios que se reúnan para aclarar la situación con representantes
de la AFIP. Aunque no haya habido ningún intento de indagación fiscal, este no-episodio quedará en la memoria
colectiva como una presión del Poder Ejecutivo a la Corte. El viejo truco del Gobierno autoritario
ataca de nuevo.
Moncholos,
mojarritas y bagres muerden el anzuelo y agitan sus colas para defender lo que
de ninguna manera está en peligro. El diputado por el PRO, Federico Pinedo –un patricio siempre a disposición de las causas patricias- denunció a Ricardo
Etchegaray por “abuso de autoridad e
incumplimiento de los deberes de funcionario público”. El Código Penal, en
el capítulo 4, artículo 248, advierte que este delito será “reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial
por doble tiempo” al funcionario que dicte resoluciones “contrarias a las constituciones o leyes nacionales o provinciales”. Si la AFIP hubiera iniciado una
investigación no podría considerarse como un delito encuadrado en esos
artículos. A pesar de esto, la denuncia de Pinedo puso en movimiento las
ruedas de la Justicia y el juez federal Sergio Torres y el fiscal Carlos
Stornelli destinarán su valioso tiempo para estas tonterías.
Como
en un partido de Wimbledon, los pelotazos pasan de un campo a otro con notoria
rapidez. La Corte saca con el fallo de inconstitucionalidad y supuestamente, el
Gobierno responde con la investigación de la AFIP, que no existió. Pero el rumor sirve para ensuciar el
ambiente. De revés, los Supremos disponen la reapertura de una causa en la
que el ministro de Planificación, Julio De Vido y su esposa, Alessandra
Minicelli habían sido acusados por enriquecimiento ilícito. Cabe aclarar que
los sospechados fueron sobreseídos en tres oportunidades por la Cámara Federal
y la de Casación, pero la firma de cinco de los Jueces vuelve a activar una
causa, más para alimentar titulares que
para buscar justicia. Porque los bienes denunciados eran anteriores a la
llegada a la función pública de De Vido y su esposa y el resto estaba de
acuerdo con los ingresos declarados. En definitiva, en tres fallos diferentes
se sentenció que no había enriquecimiento ilícito. Pero todo vale cuando algunos jugadores son también árbitros.
Y el oficialismo responde con
un proyecto de ley que pondrá en manos del Consejo de la Magistratura el manejo
del presupuesto del Poder Judicial, la política salarial y la facultad de crear
cargos y asignar personal a los tribunales. Esta iniciativa con forma de remate
busca quitar a la Corte Suprema el manejo de los fondos, tal como dispone la Constitución en el inciso 3 del artículo 114. Allí
afirma que le corresponde al Consejo “administrar
los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de
justicia”. Aunque el texto de la constitución es muy claro, una acordada de la Corte del año 2000
dispuso apropiarse de los fondos y atribuirse su administración. Como en
varias ocasiones se ha mencionado en estos Apuntes, es la propia Corte la que no cumple con muchos puntos de la
Constitución con sus arbitrarias acordadas. Y ellos son los guardianes
absolutos de la constitucionalidad, los
que no dudan en amoldarla a los intereses del poder siempre invisible.
Si en los noventa, Menem tenía
una Corte adicta, CFK tiene hoy una Corte opositora. Esto no sería tan grave, pues el kirchnerismo está acostumbrado a
lidiar con opositores que brotan de los rincones más oscuros. Pero cuando
el antagonismo no surge del voto, sino de un poder que se cree venerable, el
asunto es más grave. Y lo peor es que
apelan a las espurias estrategias de los opositores en serio. No sea cosa que
detrás de todas estas simulaciones escondan el objetivo de mancillar la
constitucionalidad de la Ley de medios, que
toda resolución referida a ella pretendan presentarla como producto de una
presión o amenaza. Como sea, ya están manchados. Y poco podrán hacer para
limpiarse. El prestigio que los condujo hasta el trono agoniza. Las vacas sagradas se están transformando
en gallinas revoltosas. El país que estamos construyendo no admite ni unas
ni otras. Y pronto serán parte del pasado que debemos abandonar. Un tropiezo más en este luminoso y
apasionante camino.
y vos crees que la justicia adicta al kirchnerismo seria una verdadera justicia, lee un poco de historia.
ResponderBorrarEn ninguna parte de este texto se sugiere algo parecido. Leo mucho sobre historia. La verdadera justicia no es corporativa ni independiente, sino comprometida con la mayoría.
BorrarSupongo que para "Anónimo" eso que puso en su comentario (30-6-2013) debe constituir un argumento y encima te manda a leer historia, eso me hace acordar a un dicho que dice: no se puede jugar al ajedrez con una paloma por bueno que uno sea porque ella se cagará en el tablero y se paseará triunfante. Muy bueno el artículo Gustavo, nos hemos hecho seguidores de tu blog somos una asociación K que está presente en varios países de Europa ("Anónimo" dirá que como no vivimos allá no sabemos lo que es aguantar esa dictadura)y que se llama Argentinos parqa la Victoria. Abrazo
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