Esto debemos tenerlo en cuenta
para el futuro: la convivencia
democrática con fuerzas antidemocráticas es imposible. Con revisar los
primeros años del gobierno de Alfonsín basta para comprender cuánto costó
dominar las amenazantes botas. Recién en la última década del siglo pasado los
cuarteles se resignaron a los nuevos tiempos. Treinta años después percibimos
que el peligro no viene sólo de ahí: hay
otros soldados que obedecen órdenes
aunque no tengan formación militar. Como la oposición “no junta un balde de bosta” –Lanata dixit- algunos jueces y fiscales se deben sumar a la cruzada estercolera.
Ahora, además de detectar las nefastas tretas y sus serviles peones, también conocemos quiénes las pergeñan.
El paso que falta es desmantelar sus escudos y disminuir su capacidad de daño
porque –como está demostrado- educarlos ya
es una tarea imposible.
De acá a las elecciones
presidenciales deberemos soportar los golpes como mejor podamos: con argumentos, paciencia y mucha
movilización. Sólo un colectivo consolidado es capaz de resistir los
embates de un manojo de individuos que se creen patricios. Convicción de los logros, compromiso para lo que falta y una oreja bien
educada para que no nos engañen. Sin dudas, ya deberíamos tener los anticuerpos
necesarios para que los histéricos climas que construyen los medios hegemónicos
no alcancen a contagiarnos. Quien hoy
asigne un estatus de indiscutible verdad a cualquier contenido informativo que
provenga de ese lado ya está inevitablemente perdido. El que miente una
vez, miente siempre, más aún cuando tiene como objetivo preservar sus
privilegios, aunque tenga que arrasar
con cualquier rastro de institucionalidad.
Jueces que revolean cautelares
casi al costo, diputados y senadores prestos para cualquier voltereta, candidatos que recitan sandeces como si
fueran salmos y fiscales que diseñan denuncias para alimentar titulares.
Fichas utilitarias –pero descartables- para el juego siniestro de los
poderosos. En la opereta destituyente de este verano incluyeron a toda su
tropa: pensaron que con el fantasioso
mamotreto de Nisman bastaba para desalojar a Cristina de la Rosada. Pero
no: tan insostenible era la denuncia del Fiscal que necesitaron poner en escena
a gran parte del elenco y hasta tuvieron que contratar extras. Todos improvisaron sus parlamentos desconociendo la
totalidad del texto sólo para sembrar
confusión y lograr unas tímidas sonrisas de los patrones. Lo primero lo
lograron, al menos en los primeros días; lo segundo, ya sabemos, la risa de las hienas no es una expresión de
alegría, sino de gula por la proximidad de la presa. Esa risa es pura
hipocresía.
¿Carnaval
o noche de brujas?
“El
hábito no hace al monje”, reza un viejo refrán. O “la mona, aunque se vista de seda, mona
queda”. A pesar de que nuestros jueces no llevan togas, algunos de ellos
actúan como si las vistieran. Esos se sienten intachables monjes, pero en realidad son monos que, por una
banana, ejecutan cualquier morisqueta. Más aún cuando el organito suena
como ese instrumento de viento tan utilizado en los cuarteles. Un fiscal no es
un juez, pero la magia de los medios
puede convertirlo en cualquier cosa. Y, ante el primer son del clarín, el
fiscal federal Gerardo Pollicita comprimió el papelerío de Nisman en un best seller para Reader’s Digest. Para
los que no entendieron la metáfora, acá va una explicación: redujo las casi 300
páginas iniciales en apenas 70; un
bodoque confuso y reiterativo transformado en un texto más ligero y digerible,
aunque igualmente infundado. Todo para imputar
a La Presidenta, aunque un fiscal no pueda hacer eso, y menos en base a algo que ni siquiera es delito.
Todo para inspirar titulares
que amarguen el carnaval y alimenten el clima para la marcha del miércoles.
Clima que no va a estar muy propicio, porque el pronóstico promete tormentas más
o menos a la hora del cacerolazo con silenciador. Pero no importa: algunas lluvias fuertes y un poco de granizo no podrán
impedir que los patriotas salgan a
pedir la cabeza de Cristina. Las revoluciones no se suspenden por mal
tiempo, según dicen. Y el afán
republicano es más importante que los peinados de diseño o los tejidos
caros, que pueden arruinarse con esos fenómenos meteorológicos. Más aún cuando
está en juego la defensa del desequilibrado sistema judicial que supimos conseguir. Para defender los privilegios de una minoría, es necesario realizar
cualquier sacrificio.
Y sí, mientras nos vamos
aproximando al nudo del problema cada
vez parece más difícil desatarlo. Unos cuantos jueces y un grupito de
fiscales tienen el poder de desbaratar cualquier intento de transformación que
decidan los poderes Legislativo y Ejecutivo, los únicos sobre los que
podemos decidir. Después hablan de la independencia entre poderes y esas
tonterías cuando en realidad, es el
Poder Judicial el que parece comandar los destinos del país. Y todo a gusto
y placer del Poder Fáctico, el peor de todos, el que nadie elige pero sopla su fétido aliento sobre nuestras cabezas.
Y así estamos: acosados por las
fuerzas oscuras que apelan a sus más inmaculados disfraces para ocultar sus
perniciosos intereses. Algunos se creen este fabuloso versito y se muestran
indignados por el grado de corrupción
al que hemos llegado, sin permitirse una
leve sospecha hacia los denunciadores seriales. Claro, cómo no van a reaccionar
así, si los candidatos y políticos a control
remoto avalan este cínico mecanismo cada vez que abren la boca. ¿En serio no se dan cuenta del daño que
están produciendo? En cuanto tienen un micrófono no hacen más que pregonar
sobre la crisis institucional que puede ocasionar una denuncia contra la
presidenta de todos los argentinos, a la
que se refieren como si fuera una intrusa porque se niega a ser sirvienta en el
pesebre de los poderosos.
El daño institucional no lo
produce la denunciada, sino la propia denuncia, a la que ya no saben cómo
otorgarle una entidad que nunca tendrá. El daño institucional lo están haciendo
estos monigotes que valoran más recitar
generalidades en un estudio televisivo que afrontar un debate serio en el
Congreso. El daño institucional lo producen jueces y fiscales
consustanciados con las nefastas angurrias de una minoría, en lugar de estar comprometidos con los intereses de la mayoría.
Ese es el daño institucional que está produciendo esta patota que ya no sabe
cómo desalojar al kirchnerismo de la Rosada.
Con una fortaleza envidiable y
un ánimo que sorprende, Cristina sigue adelante, porque para eso fue elegida por más del 54 por ciento y la fuerza
política que lidera sigue siendo la más votada. Esto es democracia y no las vomitivas deformaciones que proponen los Otros.
Y son verdaderamente Otros no porque provengan de distintos partidos, sino porque viven de espaldas al pueblo
tratando de agradar a los que siempre han sido enemigos de las causas
nacionales y justas. Lástima que algunos confundidos siguen pensando en
ellos como alternativa. Pero La Presidenta no se deja amedrentar, porque está “tercamente empecinada” en brindar
alegría. Desde el Anfiteatro del Lago, en El Calafate, CFK envió un mensaje de carnaval con validez para
todo el año: “ningún
pueblo puede construir futuro sin alegría, por eso siempre quieren ver tristes
a los pueblos”. Los otros, con el famoso silencio de los
próximos días, sólo nos prometen la amargura
de vivir sometidos a la más despiadada avidez.
Muy bueno.
ResponderBorrarJorge
Gracias, Jorge. Estos comentarios alientan a seguir escribiendo. Abrazote
BorrarMuy buen artículo Gustavo!
ResponderBorrar"Rebelión de las Togas Sucias" diría yo ! Que paradoja,q quienes convocan a la Marcha son Fiscales y Jueces "acusados de encubrimiento del Atentado a la AMIA ! Excelente artículo Gustavo :) Ya lo recomiendo !!!
ResponderBorrarY en cuanto a "Carnaval o Noche d Brujas",me queo con la Alegría del Carnaval Popular q nos propone Cristina,y no con la Cacería d Brujas q proponen los "Otros",los q NO Forman parte d Ntra Patria,los q deberían irse a Radicar al País q Sienten Suyo > EE UU < Que se vayan nomás,porq Somos Mayoría quienes Defendemos a Este Proyecto Nacional y Popular,y al NEOLIBERALISMO le decimos : " #NuncaMÁS !!
Me "quedo" con la Alegría era !! Jajaj (me comí la "D") Pero creo q se entendía igual...
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