Un poco difícil de asimilar. Una confusión informativa casi patológica. El jueves, el
sindicalismo opositor, con una potencia menguante irreversible, organizó un parito que sirvió más para alimentar titulares agoreros que para defender derechos
laborales. Al día siguiente, el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri,
habilitó por decreto un ajuste presupuestario y a nadie se le movió un pelo.
Claro, como echó culpas a la recesión provocada
por el Gobierno Nacional, parece una excusa para que algunos capitalinos
planifiquen un espontáneo Encuentro Anual
de Cacerolas. Los medios hegemónicos que sueñan con tenerlo como presidente
se encargarán de acomodar mejor los argumentos y diseñar un escenario de crisis
que torne imprescindible su arribo a La Rosada. A no asustarse porque esto es
sólo el sueño del establishment que,
como muchas veces se ha dicho en este espacio, de hacerse realidad se convertiría en una pesadilla para la mayoría.
Por lo que parece, a nadie llama la atención que uno
de los distritos con mayor presupuesto del país tenga que apelar a recortes
para seguir funcionando. Quien no esté
empapado en el tema pensará que las grandes obras de infraestructura
realizadas en esa ciudad demandan austeridad en otras áreas o que los planes de
vivienda llevados adelante por la administración PRO exige reasignar partidas.
O tal vez, la ayuda destinada a los habitantes menos favorecidos se lleve gran
parte de los recursos. No, nada de eso
ocurre en la CABA. En la gestión de
Macri hay más promesas que realizaciones. Las bici-sendas y los carriles
exclusivos para transporte de pasajeros -más conocidos con el mote grandilocuente
y marketinero de Metrobús- constituyen lo más importante que puede exhibir el
Alcalde Amarillo. Si bien los kilómetros de subte prometidos en campaña
quedarán para otra vida, los coches de
segunda mano adquiridos que no encajan en los túneles alimentarán chistes
por lo que queda de la década. Algunas baldosas en homenaje a estrellas
internacionales, repavimentaciones compulsivas y plazas remozadas para
facilitar negocios completan la lista de
logros de esta fuerza política tan
PRO-metedora.
Ahora, el decreto 353 anuncia un fuerte ajuste sobre el presupuesto aprobado por la Legislatura
para este año, con la particularidad de que no hay límites en los montos de
dinero. Esta medida otorga facultades a los principales ministros para la "adopción de las medidas que resulten
necesarias a efectos de implementar restricciones presupuestarias durante el
presente ejercicio". En lugar de reconocer errores propios, como la triplicación de la deuda externa de
la ciudad o la mala administración, Macri apela a los escarnios de siempre,
como “la situación económica nacional” o
“los niveles de recesión existentes en el
país”. Pero, como decían los abuelos, el
pez por la boca muere y Macri, cada vez que toma la palabra, pone en evidencia su torpeza y sus malsanas
intenciones. No muere, pero se deschava.
Una
maqueta del país que promete
Que se entienda: hoy, hablar de lo que ocurre en la
CABA no es obedecer a la lógica de un
localismo que intenta proyectarse a escala nacional, como es la tendencia
de los medios capitalinos. Mucho más que eso, contar cómo quedará la Capital
después del huracán amarillo es anticipar
los planes pergeñados por el equipo técnico del Alcalde para cuando conquiste el país. No será la
primera ni la última vez que un mandatario deba racionalizar los recursos ante
una eventualidad o para destinarlos a algo emergente. Pero en este caso, puede olfatearse algo más perverso.
Este ajuste ordenado por Macri no apunta tanto a mejorar sus cuentas sino a sacudir
el escenario para que repercuta en el Gobierno Nacional. Con este ajuste, profundizará la recesión que están
provocando los integrantes del Círculo Rojo, sus compañeritos de
trapisondas.
A esta
altura del apunte, debemos abusar de la geometría. Muchas veces, CFK ha hecho
referencia a un círculo virtuoso que es,
ni más ni menos que la imagen de una
economía que garantice el bienestar de todos los ciudadanos. El Estado
inyecta recursos para incentivar el mercado interno; las empresas venden e
invierten parte de sus ganancias para incrementar la producción, lo que
fortalece el nivel de empleo y fomenta la creación de nuevas fuentes de
trabajo; con más dinero en manos de la
mayoría, el mercado interno se potencia y así sigue rodando la vida. ¿Cuándo
se produce la recesión? Cuando cualquiera de los actores intenta interrumpir
este circuito. Puede ser que el Estado deje de inyectar recursos o que los
empresarios cesen de invertir. Sería descabellado pensar que los ciudadanos
renuncien a consumir, salvo que haya algún factor que motive eso.
Ese
factor puede ser el incremento de los precios. Si los empresarios dejan de
invertir en mayor producción, deben apelar a los aumentos para mantener la tasa
de ganancia. Como los precios están más caros, el salario alcanza para comprar menos
productos. El mercado interno se resiente y el Estado vuelve a inyectar recursos que irán a parar rápidamente a las manos
empresariales que sólo los volverán a retirar del circuito.
Entonces, es la inmensa gula de los que más tienen
lo que provoca esta meseta que estamos transitando. Avidez que no sólo los
impulsa a acumular, sino que los convoca
a intentar socavar lo más posible la potencia del kirchnerismo. No
significa esto que en los últimos diez años no hayan ganado. Al contrario, han
crecido como nunca las grandes fortunas. Antes era más fácil porque tenían un
Estado cómplice que garantizaba grandes ganancias con poco esfuerzo. Ahora tienen que poner las neuronas en
movimiento para crecer y, sobre todo, invertir, algo que siempre exigen de
los demás pero evitan practicar. Si quieren que el kirchnerismo termine es
porque saben que uno de los candidatos
sería el presidente ideal. Para ellos, claro.
Y aquí entra en juego el Alcalde Amarillo, ese
ideal de presidente. No porque sea el más capaz, por supuesto, sino porque es el más dispuesto a cumplir
los anhelos de los integrantes del Círculo Rojo, porque es uno de ellos.
Mientras sus amigotes fugan los dólares para frenar la economía, él aporta lo
suyo con los recortes presupuestarios para profundizar la recesión. Como los
medios hegemónicos son operadores y voceros de ese círculo, aportan sus estrategias para amplificar las
dificultades y expandir el contagio del mal clima al resto del país.
Casi de manual es esta treta. La única manera que
tiene Macri de articular su discurso de campaña es como oposición absoluta de
CFK. Para garantizar su victoria, el
kirchnerismo debe fracasar mucho antes de las elecciones. Y eso sólo se
logra con una crisis contundente. O una chiquita pero debidamente promocionada
por los operadores mediáticos y transformada
en falaces consignas politiqueras por los bufones de las demás ofertas
electorales.
Y la mejor manera que tiene el oficialismo para desbaratar
este intento destituyente es con la discusión política y el debate
parlamentario. Los proyectos que se discutirán esta semana en el Congreso buscan defender al consumidor de los abusos
de las empresas con posición dominante y controlar la tasa de ganancia en la
cadena de comercialización. Algunos dicen que se viene el intervencionismo
y eso, en sí, no es malo. Al contrario, es lo ideal cuando el sector privado
busca destruir lo que hemos construido con tanto esfuerzo. Lo necesario cuando una minoría busca enriquecerse a costa de la
mayoría. Lo imprescindible para alcanzar el sueño de un país más justo.
lo que hace macri en la caba lo tendran que juzgar los que votan en la capital, yo voto en la plata, capital de la provincia de buenos aires, que representa el 40 % de la poblacion del pais y por tanto, algún dia no lejano debiera separarse del resto del pais , porque sus intereses nada tienen que ver con el resto del país.....logicamente la caba debiera entrar dentro de la nueva republica popular de buenos aires .....en cuanto a la loquita "presidenta" y una economia que asegure el "bienestar" de toda la poblacion es una expresion de deseos......inundando el mercado de pesos lo unico que se logra es aumentar el dolar no oficial y aumentar la inflacion....la recesion se aplica entonces en el sector privado porque en el público hay mas de 5 millones de becados "empleados publicos" que son intocables y mas de 3 millones de personas jubiladas que nunca hicieron aportes, mientras crecen impuestos que perjudican tanto a sectores productivos como a los improductivos (impuesto al cheque por un lado y ganancias por otrro)....sin contar el iva que embroma a los mas pobres, cuando vino cavallo de ministro con menem y los k en el gobierno elevó este impuesto de 13 a 21.....asi como estamos ahora....o vamos a una devaluacion lo que traeria mas inflacion.....o se aumentan las tasas de interes retrasadas frente a la inflación ....o todo salto por los aires en tres meses
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