El
caso Bonadío puede ser que haga historia. A su prepotencia patricia para
desgastar la imagen de La Presidenta, el
Estado responde con el aval de la legitimidad democrática. Si algo
caracteriza este período es la contundente decisión de enfrentar el enquistado poder corporativo que impide la profunda
transformación de Argentina. Grandes empresarios y pequeños jueces, que
también son empresarios, confabulados para poner fin a este proyecto que tantos
logros acumula. Y de paso, cumplir con
el sueño perdido de tener el país a su disposición para los más oscuros
negocios. Para eso, deben demostrar que el gobierno kirchnerista es el más
malo de todos. Aunque no les está saliendo muy bien, siguen apelando a las apolilladas tretas de siempre: paro de
trabajadores con altos ingresos, cortes de energía eléctrica, denuncias
rimbombantes y quizá se incluya en el cronograma algunos dramáticos saqueos de
fin de año. Como estamos tan acostumbrados a estas escenas de fin de año, sólo aparecerán ante nuestros ojos como fotogramas
averiados de una película muchas veces vista y sin el encanto de los mejores
clásicos.
Por
ahora, el juez federal Claudio Bonadío alcanza con honores los méritos para el
premio a la mejor actuación. Por una
insignificancia, protagonizó todos los títulos. La diputada Margarita
Stolbizer, aunque haya errado en el recitado de sus parlamentos, califica para
actriz secundaria. Como siempre el guión
apunta a presentar a la familia Kirchner como la más corrupta de la historia.
Cuando la política está ausente, cuando las ideas que defienden son nefastas
por restauradoras, viene bien sumergirse en las oscuras aguas del denuncismo. Porque
la escena parece ser ésta: sólo los
funcionarios del Gobierno Nacional están enredados en delitos de corrupción
y los demás, los denunciantes, son purísimos ángeles tocados con la varita de
la transparencia divina.
Pero,
como es previsible, detrás del decorado la cosa es diferente. Como Bonadío
acumula causas graves en el Consejo de la Magistratura, apela a la extorsión ante cada paso que dan sus miembros para llevarlas
a buen puerto. Pero le salió mal: porque la contravención de Hotesur que
denuncia la comete una empresa de la que forma parte. Apenas un trámite
administrativo incumplido por parte de ambas sociedades que será sancionada con
una multa de unos pocos miles de pesos. Pero, de acuerdo al reglamento de la
Justicia Nacional, un magistrado no
puede ejercer el comercio o cualquier otra actividad lucrativa, salvo autorización
de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal.
Mansue SA está dedicada a la venta de combustibles y el juez tiene un 20 por
ciento del paquete accionario. Margarita
quizá no sabía esto, pero quedó enredada en esta trama.
Pero
la denunciante también fue denunciada. El abogado Santiago Mansilla tiene la sospecha de que Stolbizer está ensuciada
por enriquecimiento ilícito. El referente del GEN, Gerardo Milman, olfatea
una operación gubernamental, aunque el nuevo actor es un particular. Sin
embargo, los más embarrados son los que
siempre quedan impunes. Por lo menos hasta ahora. La AFIP denunció al banco
HSBC por facilitar la evasión fiscal y
fuga de divisas de importantes empresarios que operan en el país. El titular
del órgano estatal, Ricardo Echegaray, calcula que los impuestos evadidos, las
multas y los intereses adeudados suman
más de 60 mil millones de pesos. Estos son los guionistas y directores de
esta horripilante película que quieren re-estrenar.
Ángeles, demonios y mestizos
Hasta los más fervorosos opositores
reconocen los logros de esta década, al menos en la soledad del retrete. Sin embargo, ante los micrófonos se
convierten en apologistas de los que nos han saqueado siempre. Y amenazan con convertir el latrocinio en
programa de gobierno, aunque no lo digan con todas las letras. O con
ninguna, porque de eso no hablan. El guión les exige que con sus circunloquios angelicales hagan sus aportes a la confusión de
los votantes y que obstaculicen con los más absurdos gags toda iniciativa
oficial. Cualquier tontería que se les ocurra será amplificada por los medios
hegemónicos como si fuera la mayor de las genialidades. El resultado: un culebrón insostenible que sólo apunta a
cautivar a un público cada vez más reducido.
Como
sea, siempre actúan como barrera de protección de los personajes más dañinos. La
fuga denunciada por la AFIP sólo se circunscribe al período que comienza en
2007 y culmina el año pasado. ¿Cuántos millones
acumulados habrá en esas oscuras cuentas suizas desde 1976? ¿Qué porcentaje de la deuda descansará en
esos angurrientos bolsillos? ¿Cómo sería nuestro país sin ese descomunal
drenaje? A pesar de esto, hemos sobrevivido. Pero a partir de ahora, hay que
frenar la sangría. Porque el dinero que
estos pillos consideran propiedad privada lo hemos generado entre todos y es buen momento de exigir la devolución
de lo indebidamente sustraído.
Mientras
los integrantes del Círculo Rojo evaden y fugan y los sindicatos con altos
ingresos se resisten al mal llamado impuesto
a las ganancias, la ANSES distribuye
para facilitar el bienestar de los que menos tienen. El director ejecutivo,
Diego Bossio, anunció que jubilados, pensionados y beneficiarios de la AUH
recibirán más de 49 mil millones de
pesos, un 30 por ciento más que el año pasado. Esta suma ayudará a
reactivar la economía con el incremento habitual del consumo para las fiestas
de fin de año. Pero ojo, que esto sirva para
que los receptores consuman más y no para engrosar las arcas empresariales vía
incremento abusivo de los precios. La Secretaría de Comercio ya está
preparando los mecanismos para impedir que los más grandotes conviertan el
paseo por las góndolas en un laberinto
del terror.
Tanto
farfullar sobre la ruta del dinero K, pero
pocos mencionan los tenebrosos senderos
del dinero privado. La ruta del dinero K recorre inclusión previsional,
cobertura en vacunación, construcción de escuelas y viviendas, ayudas
estudiantiles, valoración de la investigación científica, un satélite geoestacionario
y dos más en camino, fortalecimiento de pymes y cooperativas, cientos de
películas y programas televisivos y muchas
cosas más que será necesario recordar en estos meses que nos quedan hasta las
elecciones presidenciales. En cambio, los privados utilizan caminos
sinuosos y oscuras cuevas cuyo egoísta destino
es el beneficio individual. El primero es el camino colectivo que nos
llevará al país que siempre hemos soñado y el otro, es el tortuoso atajo hacia el país de las pesadillas del que estamos
escapando. No es tan difícil elegir el sendero que guiará nuestros pasos, salvo que queramos tropezar con esos
peñascos hartamente conocidos.
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