viernes, 14 de noviembre de 2014

Sobre la democracia y su sentido



La oposición al Gobierno Nacional se encuentra muy presionada y parece cada vez menos capacitada para responder a las demandas de un sector considerable de la sociedad. Pero las más duras exigencias provienen de los medios hegemónicos, voceros indiscutibles del establishment. Los periodistas no dejan de reprochar, apretar y hasta insultar a los que pretenden conquistar la presidencia el año próximo. Algo que no se entiende, si se están oponiendo muy bien: no aceptan nada de lo que proponga el oficialismo y se ausentan hasta la obscenidad a las sesiones del Congreso. Una deslegitimación insólita hacia el mandato popular. Y en el colmo de la obediencia, basan sus críticas –por llamarlas de algún modo- en los ya increíbles titulares de Clarín y La Nación. Sus rechazos también están fundamentados en los editoriales alucinantes que se publican en esos decadentes pasquines. Por obedecer las angurrias destructivas de los integrantes del Círculo Rojo, como nunca, le dan la espalda a los que votaron por ellos.
Un dato interesante es el extraño caso del 13N, el cacerolazo que se venía organizando desde algunas semanas atrás pero fue suspendido hace un par de días, aunque finalmente se realizó con minúscula concurrencia. Por lo que parece, el bombardeo permanente de denuncias, exageraciones y augurios nefastos no resulta tan efectivo. Esta manipulación constante ya no se convierte en indignación descontrolada y destituyente. El sainete que se representa en la escena política ya no despierta el interés de los espectadores. El público se aburrió de la absurda coreografía de los principales dirigentes, de los cambios de pareja, de los diálogos incongruentes. Estos eternos candidatos que pretenden conquistar voluntades, apenas logran alimentar las esperanzas de una minoría prejuiciosa y avarienta. El resto de los que no acuerdan con el kirchnerismo ha quedado huérfano de toda representación. Eso es lo que exigen con la indiferencia: una alternativa de gobierno para el 2015.
Y el oficialismo también presiona a la oposición, pero invitando a sus exponentes a la coherencia, a la responsabilidad, a la autonomía ideológica. A que abandonen la funcionalidad permanente a los intereses del Poder Fáctico, algo diferente a lo que están haciendo. El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, consideró en estos días que los adversarios políticos no tienen objetivos y en eso se equivocó. El único proyecto que pretenden llevar adelante es erradicar al kirchnerismo del futuro, aunque eso signifique la restauración del modelo de país que tanto daño nos ha hecho en los noventa y a principios de este siglo.
Si la oposición está confundida es porque las órdenes que reciben sus integrantes son enloquecedoras. Claro, con periodistas que actúan como directores de orquesta desde sus espacios mediáticos no se puede esperar otra cosa. Para antología quedará el histriónico exabrupto de Jorge Lanata, cuando en Radio Mitre vociferó que “la oposición no junta un balde de bosta”. Algunos de los aludidos llegaron a pedir disculpas al aire pero otros se sintieron ofendidos por haber sido considerados como estiércol. Los demás formadores de opinión tratan de instalar la idea de que mientras el Gobierno gobierna, los opositores están en “la luna de Valencia” y demás originalidades. ¿Qué quieren que hagan estos extraviados políticos más de lo que están haciendo? ¿Acaso que organicen un golpe de Estado, para sacarse de encima a Cristina y su pandilla? Si ya abandonaron sus convicciones, su historia, su rumbo y hasta la poca dignidad que les quedaba. Parece que también quieren que pisoteen los principios democráticos en defensa de la Democracia. Y eso ya es demasiado, además de peligroso.
Cómo entender la política sin perecer en el intento
Esta última idea puede confundir al lector. Desde la asunción de Raúl Alfonsín, en 1984, el sistema democrático se ha consolidado y casi nadie duda de que su continuidad esté garantizada. El principal daño lo han producido los gobiernos que traicionaron el mandato de las Urnas: Carlos Menem y Fernando de la Rúa, que optaron por aplicar un plan en beneficio de una minoría acaudalada. Si las experiencias se convierten en aprendizaje, los argentinos no deberemos dejarnos engañar más con generalidades. Un nuevo Nunca Más surge de estas líneas: la Revolución Productiva y el Salariazo se han convertido en los caramelos más amargos que hemos saboreado. El cinismo condujo al Infame Riojano a una confesión burlona: si anunciaba lo que tenía en mente hacer, no lo votaba nadie. Lo que atenta contra la democracia es que algunos candidatos atiendan ese consejo tan monstruoso.     
No hace falta ser un iluminado para entender que Mauricio Macri nunca podrá conducir un proyecto de mayorías. Con coherencia electoral, no debería recibir más de un diez por ciento de los votos. Quien crea que con él las cosas estarán mejor para todos, está severamente confundido. Su impronta es clasista y su norte, una sociedad de castas, donde la movilidad social sea inexistente y la Soberanía, una grandilocuente palabrita para recitar en fechas patrias. Sergio Massa, con su estilo de predicador campechano, está agotando su incidencia. De tan demagogo, resulta empalagoso. Más que un timonel, no será más que el servil mayordomo de un amo siniestro. Los demás, candidatos de un progresismo desdibujado, abandonado hace tiempo, sólo prometen ser los felpudos de una minoría avarienta. 
Nuestro tránsito democrático desde el fin de la dictadura ha superado muchas dificultades, pero también ha cambiado sustancialmente la vida de los argentinos. Y para mejor, por supuesto. Sin embargo, queda pendiente un aspecto que aún actúa como una espada sobre nuestras cabezas. Si bien en estos años los gobiernos K han logrado una sustancial distribución del ingreso, todavía falta mucho para alcanzar la equidad. Y esto no es por ineficacia de gestión, sino por la feroz resistencia de los que más tienen. Lo que la democracia no ha democratizado plenamente es la economía.
Y esto no significa más que ponerla al servicio del bienestar de los ciudadanos. Si no es así, la economía es destructiva, como podremos comprobar con sólo echar una ojeada al mundo. Por primera vez en mucho tiempo, disfrutamos la experiencia de un Estado que, en defensa de la mayoría, se enfrenta a las corporaciones, las contiene, las regula. Aunque, a gusto de este escriba, con demasiadas contemplaciones. Sobre algunos personajes oscuros habría que caer con todo. No sobre el que piensa distinto, como recitan a diario y en cadena nacional los comunicadores hegemónicos, sino sobre los que, con su accionar avariento, ponen en jaque nuestra vida cotidiana. Formadores de precio, especuladores, estafadores, evasores y fugadores forman parte de este grupete y más merecen perder lo que tienen que seguir operando para multiplicar su repugnante acumulación.
Tanta preocupación por la inseguridad y salen a cacarear por los allanamientos que los organismos de control han realizado en las cuevas financieras, donde la timba impide profundizar nuestro desarrollo con inclusión. Esos que se dicen periodistas consustanciados con la gente, que claman por la cabeza de un carterista, pero recitan alabanzas hacia los grandotes que saquean millones de un solo manotazo. Esos que protestan por el tamaño del Estado benefactor porque añoran los gobiernos cómplices de antaño. A eso apuntan con sus diarias intervenciones: a someter la democracia a los intereses patricios o destruirla para siempre. Y esto es lo que debe orientar nuestros pasos: la consolidación de un Estado que nos conduzca hacia ese país que casi tenemos al alcance de la mano.

3 comentarios:

  1. Muy Buen artículo Gustavo !!! Agregaría que si hablamos seriamente de "Oposición",debemos ponerle nombre y apellido...Sí,el verdadero opositor es Héctor Manegtto (usando a sus títeres de turno,claaro) .Fue contundente la Confesión de Rodriguez Saa (q parece haber pasado sin pena ni gloria) de las "órdenes" q recibió de Mafietto,teniendo q Renunciar a la Presidencia por negarse a "ellas",siendo sucedido por kien sí "acató las órdenes del Padrino y las Ejecutó!!! Me refiero a otro Mafioso > Eduardo Duhalde,el Zabeca de Banfield !
    Coincido con vos Gustavo,en q hay q caerle con todo a los Corruptos,Estafadores, Desestabilizadores Seriales,etc;pero hasta q no se Democratice la Justicia y existan Jueces q venden su Alma,hasta por unas "vacaciones en Miami",va a ser Difícil :( No olvidemos q la Justicia es de las Corpos Más Duras de Roer !!

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  2. No importa. Hay que seguir insistiendo. Esta vez no podemos dejar que nos vuelvan a derrotar. Ya acumulamos demasiada experiencia sobre nuestras espaldas y sabemos lo que está en juego. El vamos por más debe ser un desafío y no sólo un lema glorioso

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    1. Tal cual ! Elijamos Seguir Haciendo,q éso es lo q cuenta realmente. Ya se les va a terminar !!!

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