miércoles, 18 de febrero de 2015

Una epidemia de cacerolismo



Ni en los feriados descansan los fabuladores de Clarín. El lunes publican un informe de los peritos de parte en donde aparecen “pruebas contundentes” que rebaten la hipótesis del suicidio del fiscal Nisman. Y si no participaron terceros en su muerte, habría que verificar si “no hubo segundos”, plantea la nota no firmada. Sin dudas, ya escriben para burros. El martes sacan en tapa la foto de una testigo del allanamiento al departamento de Puerto Madero, que confiesa tener miedo. Si tiene miedo, ¿para qué posó en la foto? Y si estaba amenazada, ¿por qué Clarín la escracha en su portada? El mentidero impreso hasta hizo enojar a la fiscal Fein, que parecía impasible a las constantes operaciones del “periodismo independiente” de toda concepción ética. No hay nada que hacer: el monstruo se está volviendo insoportable para todos y todas. Sus aprietes mafiosos con formato periodístico son tan obvios que hasta una mascota los decodifica. Sólo unos pocos siguen confiando en ese libelo porque sus prejuicios necesitan el alimento que la realidad les niega.
Mientras tanto, sus aliados del campo comienzan a desempolvar sus tambores de guerra, algo habitual cuando se aproxima una voluminosa cosecha. Como el precio de la soja continúa bajo, pretenden que el Gobierno reduzca los derechos de exportación. La resolución 125 tan rechazada por los estancieros establecía descuentos en las retenciones en una situación así. Ahora, que vayan a llorarle a Cobos y su famoso voto no positivo. En todo caso, si están tan necesitados de dinero, que desinflen un poco los “gigantescos gusanos rurales”, que están rebosantes de granos. Un informe del Departamento de Agricultura de EEUU afirma que casi la mitad de la soja encanutada en el mundo está guardada en Argentina. Casi treinta millones de toneladas de porotos amontonan estos miserables y encima tenemos que soportar sus lamentos golpistas.
Para tranquilidad de toda la población, parece que la Mesa de Enlace está a punto de desenlazarse. Desde que Eduardo Buzzi dejó la presidencia de la Federación Agraria para fracasar en la política, la relación de los pequeños y medianos productores con el Ministerio de Agricultura comenzó a ser más armoniosa. El Gobierno Nacional habilitó al Banco Nación para financiar a los sojeros que almacenen sólo el diez por ciento de su producción y con un tamaño comercial inferior a las 600 toneladas. Esto alteró el ánimo de los patrones, que pierden así a sus aliados más bullangueros. Los patricios están cada vez más solos.
Los laberintos de la realidad
Pero el Campo no es el único sector que se fractura. Los industriales de la UIA también fueron víctimas de la malversación informativa. Mientras CFK firmaba los sustanciosos acuerdos con China, el grupo Techint boicoteaba un gran negocio que lo tenía como principal beneficiario. Un oposicionismo patológico con sabor a destitución. Inclaudicable aliado del Grupo Clarín, aporta sus esfuerzos para desalojar al Kirchnerismo de la Casa de Gobierno. Entonces, cualquier producto intestinal que salga de sus cerebros se convierte en operación periodística con el habitual y desaforado impacto mediático. Aunque han ganado una fortuna en estos años, la continuidad de este proyecto se convierte en la peor pesadilla. Para Ellos, no para la mayoría de la población. No sólo la Presidenta se molestó por este sabotaje político: el empresario metalúrgico y ex directivo de la UIA, Juan Carlos Lascurain, reveló la indignación que produjo la vocinglería criticona del presidente de Techint, Paolo Rocca.
“La UIA realizó una operación de prensa iniciada por Ignacio de Mendiguren –relató Lascurain- con críticas al acuerdo basados en un artículo de El Cronista”. De Mendiguren, ex titular de la entidad y actual diputado por el Frente Renovador, hizo circular un documento–que ni siquiera se había debatido en el consejo directivo- de rechazo a la relación con el Gigante Asiático. En una reciente reunión, uno de sus miembros resaltó que Brasil había logrado mejores condiciones. Entonces, “pedí ver el tratado Brasil-China pero no lo tenían. No lo conocen”, concluyó Lascurian.
Sin dudas, estamos ante la presencia de la expansión del espíritu cacerolero. Un cacerolero no es sólo un ciudadano indignado que produce bochinche con sus cacharros de cocina en una ceremonia catártica: también es aquel que se queja de todo sin conocer nada; el que analiza el universo encerrado en su ombligo; el que rechaza todo lo que no apunte a su exclusivo beneficio; el que ve todo mal aunque no sepa por qué; el que ha incrementado su nivel de consumo aunque afirme estar siempre en crisis. Por eso todos los individuos con pretensión ciudadana pueden ser caceroleros y en todos los sectores nos encontramos con personajes así. Periodistas, políticos, dirigentes opositores se han contagiado de este espíritu y necesitan ver todo mal para poder mantener su cada vez más insignificante incidencia.
En el contexto de la muerte de Alberto Nisman y el impulso de creer en un homicidio político para convertirlo en mártir, el juez Daniel Rafecas parece estar en una encerrona. No es para menos, pues en sus manos está la infructuosa denuncia del fiscal contra La Presidenta por un encubrimiento inexistente y la digerida síntesis de Gerardo Pollicita, que elimina las inconsistencias originales pero pide la indagatoria de funcionarios sin establecer ningún delito. Si es por coherencia judicial, el documento presentado por la Procuraduría General de la Nación bastaría como contraprueba para desechar la denuncia. Pero la presión de los carroñeros es de tal magnitud, que esta juiciosa decisión podría condenarlo al escarnio mediático.
Porque esta caterva opositora necesita una excusa para articular su desarticulada campaña ausente de propuestas. La continuidad de las sospechas permitirá enmascarar la oscuridad del programa de gobierno que pretenden restaurar. Un juez que tiene en sus manos una denuncia inconsistente y una decisión crucial: actuar con justicia o alimentar operaciones. Si la marcha opositora tiene una cuantiosa concurrencia no es porque el reclamo que portan sea valedero. Hay mucha manipulación acumulada en esas cabezas que se escudan en la muerte del fiscal. Todos creen –casi sin dudar- que el Gobierno lo asesinó. Los cacerolazos anteriores portaban la impronta no-política de los que sólo estaban en contra, aunque sin tener en claro por qué. La novedad de esta marcha es la necro-política, con la necesidad imperiosa de creer en un homicidio, avalada por algunos fiscales y todos los políticos que no encuentran su lugar en la campaña.
No quieren verdad ni justicia: sólo la cabeza de Cristina. No importan los motivos porque sobran las excusas. Otra vez la grieta insuperable entre la alegría de recuperar derechos y la pulsión de escamotearlos. Buitres, gorilas, hienas, burros y demás comparaciones zoológicas que expresan su disconformidad, sin pensar que acaban siendo funcionales a intereses oscuros. Todo articulado y pergeñado por el ex Gran Diario Argentino. Las tapas de Clarín deberían venir con una advertencia: "los textos aparecidos en esta publicación son producto de la putrefacta imaginación de sus autores. Cualquier relación con hechos reales es porque se nos habrá escapado en la corrección. Si algún lector cree en ellos, corre por cuenta de su propia ingenuidad".

4 comentarios:

  1. Felicitaciones! No siempre comento pero siempre te leo y aprendo. Gracias por tu constancia!

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    1. Me conmueve cuando reconocen el compromiso de estos textos. Yo también aprendo cuando los escribo. Gracias por tener la constancia de leerlos. Abrazo

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  2. Muy bueno su análisis... encarna la honrosa tradición de las grandes plumas argentinas que forjaron el lenguaje combativo de los argentinos. A veces me pregunto si vamos a salir fortalecidos después de tanta tergiversación y manipulación mediática. Clarín es un fondo del cual, por lo menos, ya no se puede seguir cayendo... ya no se puede hacer otra cosa más que empezar a levantarse, salir definitivamente a tomar aire.
    Romina

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    1. Estimada Romina: por supuesto que vamos a salir fortalecidos. La mayoría no estará dispuesta a estar gobernada por esta mafia. Ya se han puesto en evidencia. Todas estas movidas son los últimos recursos porque saben que con las urnas no pueden conquistar el poder. Calma. Abrazo enorme.

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