Después del enojo, sobreviene impotencia y tristeza. También desconsuelo. Un poco de
humillación, sobre todo por la impronta
de patrón de estancia adoptada por el presidente electo. Aún
no es consciente de que todavía no asumió, pero cree que ya calza la banda y se
siente con todo el poder. Ansioso,
quiere descabezar organismos claves, como el AFSCA, el Banco Central, la
Procuraduría y al Directorio de los Medios Públicos. No sospecha que esos
cargos se terminarán dentro de unos años porque están pensados como estatales y no gubernamentales. Tampoco tiene
en cuenta que en el Congreso no tendrá
mayoría y muchas de las ideas en danza no podrán convertirse en realidad
sin la aprobación del Poder Legislativo. Ahí
tendrá una cuota de su propia medicina, pero reforzada por su calidad de
segunda minoría. Menos tiene en cuenta que su victoria es apenas empate,
por lo que casi la mitad del país no ha
apoyado su candidatura. Pero, lo que será un balde de agua helada para
Mauricio Macri es que, aunque forme parte del Círculo Rojo, su aspirado cargo ahora volverá a ser un puesto menor.
A todo esto hay que sumar que su aliado político y principal demiurgo del licuado Cambiemos,
Ernesto Sanz, se eyectó de la escena ni bien empezó a olfatear la victoria.
Esta decisión, ¿tendrá su origen en asuntos familiares o decidió abandonar el barco antes de que zarpe? ¿O será una versión
actualizada de Frankenstein, en donde el artífice, en lugar de perseguir a la
criatura para destruirla, se despega de
ella para no hacerse cargo de los estropicios que ocasione? ¿O habrá
descubierto que el avión hace menos ruido que el helicóptero? Total, ya cumplió su objetivo en la vida:
destronar al kirchnerismo. Ahora, el dirigente radical que ofrendó el
partido centenario se perderá por
cualquier canaleta.
Además, si algo falta para predecir dificultades en
su gobernanza, ni bien se pongan en marcha sus primeras medidas económicas, muchos de los fervorosos votantes
comenzarán a advertir cuánto se han equivocado. El primer cambio que
advertirán en su vida será el deterioro del poder adquisitivo, cuando el dólar ilegal se legalice y se
dispare al infinito. El segundo, cuando la quita de retenciones al trigo y
al maíz desabastezca el mercado interno
y los productos derivados se conviertan en lujo. El tercero, cuando la
invasión de productos importados a precio de dumping destruya la creciente
industria nacional y el empleo se
convierta en variable de ajuste o herramienta de apriete. El cuarto, cuando el endeudamiento tan deseado imponga condiciones en nuestra vida
cotidiana y reduzca gradualmente nuestro bienestar y consumo. Al quinto
cambio, irán a la Plaza a pedir por el
retorno de Cristina. Ese es el cambio que han votado y sin dudas, lo padeceremos
casi todos, no sólo la mitad que se
encandiló con los globos y la Revolución
de la Alegría.
Las corporaciones al poder
La independencia
judicial ya empezó a funcionar a
tono con los tiempos que se vienen. La Corte Suprema premió a las provincias que coronaron a Macri con un fallo para que
la ANSES restituya los fondos coparticipables deducidos desde 2006. Unos 90 mil millones de pesos como propina
por el caudal de votos amarillos obtenidos en San Luis, Córdoba y Santa Fe.
El otro fallo exprés es la declaración
de inconstitucionalidad del Renatea, organismo que fiscaliza el trabajo
rural para reinstaurar el regenteo
explotador de Gerónimo Venegas, sindicalista asociado con los estancieros.
La connivencia es evidente: tres años tuvieron archivada la demanda presentada
por el aliado de Macri y dos días
después del balotaje le estampan el cómplice sello. Para disimular, el
presidente del Máximo Tribunal, Ricardo Lorenzetti, aseguró, ante el editorial
cuasi apologista de La Nación, que los juicios por delitos de Lesa Humanidad no
tendrán marcha atrás. Pero nada dijo si
tendrán marcha adelante, sobre todo con los instigadores y beneficiados civiles.
Mientras tanto, los diputados por ahora opositores, solicitaron que el Congreso deje de
funcionar hasta el 10 de diciembre. ¿Para qué, si la mayoría de ellos no va
nunca, sobre todo los legisladores que
en un par de semanas serán oficialistas? Desde el oficialismo actual –que será
opositor en el futuro- la continuidad de la agenda es esencial porque los proyectos que se tratarán hace tiempo
que tienen dictamen favorable. Por supuesto, quieren frenar dos leyes
sustanciales: la recreación de Yacimientos Carboníferos Fiscales y el reparto
de ganancias empresariales para los trabajadores telefónicos y de televisión. Oposición
sospechosa de los que mañana serán oficialismo. Una connivencia previsible de la política con los intereses económicos.
Ese es el cambio que votó la mitad más uno del electorado. La
política y la Justicia subordinada al Poder Real. “Creo en la independencia de la Justicia –recitó Macri- El país va a ser todo lo sólido que necesitamos cuando
los jueces vuelvan a hablar por sus
fallos y a todos se nos aplique la misma ley”. Si, la ley del más
fuerte y gracias a los globitos, lo que significa la restauración no sólo del modelo neoliberal de los noventa, sino también
del país agroexportador de principios de siglo XX. Ya no habrá peleas
porque las principales corporaciones
estarán al cargo del gobierno. Los ministerios estarán ocupados por
gerentes de empresas o exponentes de los más angurrientos.
No sólo de los vernáculos, sino de los globales. "Si
vienen más empresas a Argentina, van a
tener que competir más –anunció el presidente electo- y si compiten más, vos consumidor vas a
tener una alternativa para comprar más barato y de mejor calidad”. Eso si el ingreso indiscriminado de
productos importados no reduce el salario de los trabajadores locales ni afecta
el nivel de empleo. Y con el cinismo de siempre, agregó que la tarea es “conseguir que sus ciudadanos se sientan
cuidados por su gobierno y que no haya monopolios ni oligopolios”. Él, que va a operar para su permanencia.
¿O acaso no prometió derogar o atenuar la LSCA para favorecer a su
titiritero, el CEO de Clarín? ¿O lo imaginamos a Macri desarmando las mega-empresas que controlan nuestro comercio
interior?
La mitad más uno entregó el país a
los que nos volverán a desgarrar.
La unión prometida será la igualdad en la miseria. Poco a poco, los ojos se
abrirán y reconocerán el error de haber
confiado en la engañosa idea del cambio. Algunos no lo harán en público, pero en la soledad de su baño se
arrepentirán. Algunos dicen que el pueblo nunca se equivoca, pero no es el pueblo el que permitió que Macri
acceda a La Rosada. Esa mitad más uno no es pueblo sino una aglomeración circunstancial producto de
prejuicios, manipulaciones y traiciones.
El pueblo nunca se equivoca cuando vota convencido, apasionado, cohesionado
con sus pares, solidario, consolidado en un colectivo. Esa mayoría
conquistada por Macri no puede provenir del pueblo porque gran parte está conformada por individuos que votaron
indignados, embaucados, extraviados. Los integrantes del pueblo eligen
defender sus derechos y no los privilegios de los poderosos. La estafa está consumada y habrá que
amortiguar sus consecuencias. Ya tendremos tiempo para recuperar el
territorio y muchas cosas más. Entre ellas, la palabra ‘cambio’, para que vuelva a tener el sentido que los
enemigos de todo pueblo le han quitado.
El. cambio ya llegó, con las absurdas declaraciones del futuro presidente y algunos comentarios de sus probables ministros ya hay un 20% de aumento neto, una baja de consumo y un paraté de uso de plástico card que asustó hasta los mismos alegres votantes del electo.
ResponderBorrarSnif snif serán nuestras palabras de aquí en adelante el grado de destrucción que ya género la corte en dos días sólo sera comparable con el que promete el macriavelo en esta tómbola maldita de quien destruye más y más rápido.
¡Jamás voy a reconocer como presidente a un sujeto sin escrúpulos, híper corrupto, multiprocesado, irresponsable, ignorante, hipócrita, inservible de lesa inservilidad y mentiroso compulsivo. . . que nos llena de vergüenza y escarnio ante el mundo entero!!!
ResponderBorrarNo te preocupés, Delsio, en unos meses hasta sus propios votantes van a usar esos piropos para dirigirse a él.
ResponderBorrarGustavo, ansioso espero tu análisis de la responsabilidad que le cabe a a Presidenta Cristina por esta desilusión y entregar la victoria a Clarín, al verdadero ganador de este contienda...porque se eligió una fórmula débil como Scioli al frente, a quien nunca quiso y demostró de cara al balotaje, solo, remarla, ser un luchador. Porque la elección de Aníbal como candidato?, porque el maltrato a Randazzo que se vengó luego al rechazar candidatearse en Provincia. porque el rol miserable de La Cámpora?...¿se puede pensar en la idiotez de apuntar al desastre estilo 2001, para luego ser el bombero del propio incendio y volver CFK?...¿se puede pensar en esta estupidez cuando nadie volvió, ni Perón, victoriozo y ganador luego del desastre?... porque Kiciloff se saca fotos con la titular del FMI, cuando el candidato en plena lucha señalaba, solo, únicamente con nosotros, los laburantes, militando para que no ganara el Contra-gobierno cipayo, que jamas había que volver a ese maldito organismo...sin ser una caza de bujar y cacería, espero su análisis Gustavo, con su pluma, comprender esto...hoy el gran ganador es Clarín; ya no leerlo para reirse...ahora el diario agenda del Gobierno de Macri
ResponderBorrarEn lo que más coincido es que Clarín es el gran ganador. En lo demás, hay mucha confusión. Si en algún momento hubo desaires hacia Scioli fue por su impronta dialoguista con los adversarios. No te olvides que en marzo de este año se había juntado a compartir un asado con Cobos, el emblema de la traición y que en pleno conflicto con Nisman asistió a varios eventos organizados por Clarín. Lo de Kicillof con Lagarde fue sólo una foto en el contexto de la cumbre del G 20, en donde el ministro reforzó su postura antibuitres. Me parece que es más una foto de Lagarde con Kicillof que a la inversa. Todavía no entiendo porqué Cristina decidió anular la interna con Randazzo, pero en realidad, no medía demasiado. Lo de Anibal fue producto de la parafernalia mediática más que otra cosa. Y en medio, el gorilismo, el prejuicio, la estupidez y un montón de cosas más.
Borrar¡Mì desiluciòn es muy grande, solo queda esperar, para los jòvenes, no es tan grave, pero para los que peinamos canas, se ve cada vez màs lejos la posibilidad de salir adelante y menos con una jubilaciòn mìnima que da risa y que no nos permite hacer nada!!!
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